miércoles, 22 de abril de 2009

CHINA, AUSTRALIA Y LOS EE.UU. “HECHOS Y REALIDADES”


Gustavo Cardozo

Introducción

Históricamente Australia ha sido un país destacado en Asia-Pacifico. Luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial, y en pleno proceso de bipolaridad, su rol en la lucha contra el comunismo en la región fue elogiado por Inglaterra y los Estados Unidos (EE.UU.)

Años después de la participación australiana en Vietnam, el país integró la coalición encabezada por Washington en la lucha contra el terrorismo internacional en Afganistán e Irak, y en otras zonas de conflictos envió tropas para restaurar el orden como Timor oriental. Sin bien el vínculo político entre Canberra y Washington ha ido de la mano, distinta realidad se halla en la sociedad comercial. Según la visión de analistas internacionales, la alianza económica no ha llegado a su punto máximo de estrechamiento siendo el factor de mayor inestabilidad a futuro.

Recientemente Australia y los EE.UU. celebraron el segundo aniversario del U.S.-Australian Free Trade Agreement (AUSFTA) con pocos resultados concretos. Las reiteradas protestas sobre el TLC fomentaron que la Administración Howard buscara reflotar el Acuerdo ANZUS integrado conjuntamente con Nueva Zelanda y Washington en 1951, en un intento por variar la opinión publica. En el balance, AUSFTA simboliza un mecanismo político más que económico, ya el mismo no subsanó las demandas australianas frente al proteccionismo norteamericano.

En contraste a las ofertas económicas y políticas de Occidente, China ha optado por no ejercer demasiadas presiones. En la teoría de los “Tres Mundos” concebida por Mao Zedong, Canberra era considerado como “Segundo Mundo”; países con los cuales Beijing podía entablar un frente común contra las grandes potencias del “Primer Mundo”. Al enfrentarse el Partido Comunista Chino (PCCh) a los soviéticos en el “Tercer Mundo”, se vuelca al “Segundo Mundo”, sin embargo el gigante asiático mantuvo el status quo regional.

Actualmente el gobierno australiano mira con reserva el ingreso de productos chinos a la región aunque se muestra dispuesto a progresar en la cooperación con Beijing, especialmente en el tema energético. Sin embargo, esta el hecho que Australia es considerado el deputy-sheriff de Washington en Asia. Canberra debe determinar los limites de su actuación, especialmente en su vinculo con la República Popular China (R.P.Ch)

En el presente trabajo analizaremos aspectos del acuerdo de libre comercio entre Washington y Canberra, el factor económico chino y el panorama de la cooperación energética sino-australiana frente a la presencia norteamericana en Asia-Pacifico.

1.1- Washington y Canberra: ¿Cooperación o desencuentros?

Australia es considerada una de las economías más abiertas del Pacifico. El tamaño de sus exportaciones e importaciones alcanzan un nivel mundial del 1,086% y 1,208%, siendo el ritmo de avance de las ventas más lento con respecto a la elevada tasa de crecimiento de las compras internacionales (1). El mercado exterior australiano se ha apoyado en el sector agrícola fomentando una política de liberalización como parte integral de su economía. El país desarrolló TLC con Estados Unidos, Nueva Zelanda, Singapur, Tailandia, y mantiene conversaciones con China y Japón.

Australia integra junto con otros productores agrícolas mundiales (Argentina y Brasil principalmente) el prestigioso Grupo Cairns de comercio. El interés de Canberra de plasmar el mismo se debió a la búsqueda de reformas comerciales en el seno del GATT (hoy OMC), en el rubro agricultura. Es por ello que a más de un año de la entrada en vigencia del Tratado con Washington, sectores ligados a la economía consideran que los avances no son significativos. Por otro lado, la política de comercio bilateral que EE.UU. abordó con varias naciones, entre ellas Australia, responde a la lógica norteamericana de acrecentar su potencial de negociación multilateral frente a las Rondas de Doha.

Los ajustes del Acuerdo se iniciaron en marzo de 2003 y finalizaron en febrero de 2004: el texto final fue firmado el 18 de mayo de 2004 y entró en vigor en febrero de 2005. Según datos del Ministerio de Economía de Australia, el intercambio comercial entre ambas economías está estimado en 28.000 millones de dólares anuales (2). El TLC facilita que el 99% de los productos fabricados en Estados Unidos ingrese libre de impuestos al mercado australiano, en tanto, un 97% de los productos de este mercado accede en similares condiciones al estadounidense. No obstante, la balanza comercial continua siendo deficitaria para Canberra, representando las exportaciones el 4,7% y las importaciones el 5,7% (3).

Delegaciones de ambos Estados trabajan en la búsqueda de ajustes en temas agrícolas. Para ello se creó un comité sobre medidas sanitarias y fitosanitarias y un grupo técnico de trabajo permanente zoosanitario y fitosanitario. Australia ha logrado acrecentar sus ventas de carne vacuna a Japón y Corea del Sur, debiendo disminuir sus envíos a EE.UU. producto de las trabas para ingresar a esos destinos. Documentos de Comercio Exterior revelan que las exportaciones al mercado norteamericano en el 2006 fueron de 24.756 toneladas, disminuyendo más del 14% en comparación con años anteriores (4). EE.UU. ha alternado el sistema de cuotas de importación entre Australia y otro gran exportador mundial de carne vacuna: Argentina.

Canberra y Washington han encontrado en los time-table sectores sensibles como el azúcar y algodón. Con respecto al primero, Australia exportó en el periodo 2005-06 más de 4 millones de toneladas por un valor de 1.000 millones de dólares. El primer Ministro Howard debió excluir del TLC la comercialización del azúcar, mencionando al respecto: "A lo que me enfrenté durante el fin de semana es a la decisión de que íbamos a desperdiciar un acuerdo que le dará enormes beneficios al resto de la economía porque no podíamos lograr un acceso adicional para la industria azucarera" (5). En contraste, Jim Pederson portavoz de los cultivadores de caña de azúcar de Sydney, describió la decisión de dejar fuera del acuerdo al azúcar “decepcionante".

Informes de Oxfam Internacional destacan el dumping estadounidense como el principal motivo de la caída mundial de los precios de algodón. Australia ha buscado fortalecer sus exportaciones en mercados asiáticos como; China, Japón, la República de Corea y Tailandia, frente a la competencia norteamericana. Matthew Coghlan, responsable de la Política de Comercio Regional de Oxfam, en una reunión llevada a cabo por el APEC, señaló: "Un TLC basado en el modelo norteamericano de profunda y rápida liberalización más las provisiones y compromisos con la Organización Mundial de Comercio generarán problemas.....los miembros de APEC deben avanzar con cautela antes de acogerse a un pacto comercial con Estados Unidos, ya que de hecho las negociaciones amenazan a las naciones en desarrollo con duras condiciones que tendrán un impacto negativo en su desarrollo” (6). El Acuerdo bilateral con EE.UU. continuará generando voces de alerta en tanto Washington no posibilite reducir los subsidios a su producción agrícola con millones de dólares salidos de los bolsillos de sus contribuyentes.

El impacto de los créditos a la exportación de EE.UU. de acuerdo al panel Don Russel, Ex Embajador de Australia en EE.UU. expresó: ”It would be wrong to conclude from the foregoing that the United States is of diminishing interest to Australia.....It is true that Australia has been a major beneficiary of Asian growth, Chinese growth in particular, and that the United States has become of declining importance to Australia as an export market” (7). Los principales mercados de importación para Canberra son; EE.UU. (16,0%), Japón (12,5%), China (11,0%), Alemania (6,1%), Reino Unido (4,2%) (2003), exportando mayoritariamente a Japón (18,2%), EE.UU. (8,8%), China (8,4%), Nueva Zelanda (7,6%), Corea del Sur (7,5%) (8).

La economía australiana también se ha basado en la creación de iniciativas tecnológicas y de innovación para sus empresas a través de su programa denominado Tecnologías Emergentes de Comercialización (COMET). El gobierno australiano inició una inversión de 100 millones de dólares durante el periodo 2004 hasta fines de 2011, fomentando la inserción de dichas tecnologías en el mercado internacional. El Tratado de AUSFTA se transformó en una herramienta de posible asociación entre corporaciones tecnológicas australianas y norteamericanas. Australia no solo posee el tercero mercado de telecomunicaciones y de Internet más extenso de Asia-Pacífico, asimismo representa una plataforma de ingreso hacia los consumidores chinos.

El diagnóstico nos lleva a determinar que si bien Australia y Estados Unidos se asisten en temas de interés estratégico, nada hace suponer que dicha postura se mantenga en los carriles comerciales: AUSFTA motiva interrogantes. Por otro lado, el crecimiento económico de la R.P.Ch promueve al gobierno australiano a aceptar el incremento de la influencia china como el cambio más trascendental en las próximas décadas. Los vínculos que se desarrollen entre Beijing y Canberra serán decisivos en el equilibrio regional, principalmente porque Asia-Pacifico se anuncia como un escenario lleno de incertidumbres fruto de la nueva dinámica de comercio multilateral y el cambio en las relaciones de poder (9).

1.2- China Hacia El Pacifico Sur: asistencia y penetración económica.

Luego del triunfo de Mao Zedong en 1949, las potencias Occidentales desarrollaron una estrategia de contención sobre el movimiento comunista internacional a través de la formula del “Rechazo Estratégico”10. En Oceanía, la línea Ecuatorial Sur estuvo delegada a los aliados de ANZUS, Australia (en Melanesia) y Nueva Zelanda (en Polinesia), transformando mas del 20% de la geografía mundial en “pasillos norteamericanos” o según los términos del analista en geoestrategia Halford John MacKinder en “Heartland de Euroasia” (11).
A fines de los ‘70 Beijing “accedió” a la influencia de Occidente en Oceanía. La R.P.Ch buscó por todo los medios que el tratado de ANZUS se mantuviera firme frente a la contención anti-soviética. Esta situación no impidió años después, cuando la caída de Moscú era inminente, que el liderato del PCCh altere su postura “pro-occidental espontánea” por una “china” (12). Empero, los esfuerzos chinos se han acrecentado en el inicio del siglo XXI en donde la potencia asiática explora acentuar sus márgenes estratégicos en el Pacifico Sur por medio de una mayor interacción económica con Australia, país tradicionalmente aliado de EE.UU.

En una entrevista llevada a cabo al Primer Ministro australiano John Howard, por motivo de su décimo aniversario en el poder, manifestó: “Australia would be crazy not to cultivate its economic relationship with China” (13). La relación comercial entre Canberra y Beijing aumentó en más de un 248% para el 2006, en contraste, el intercambio con el mercado norteamericano solo progreso un 13%: China se perfila más significativamente para el desarrollo comercial de Australia que los EE.UU. El Director General de Asuntos de América del Norte y Oceanía de China Liu Jieyi, manifestó a la prensa: “El establecimiento del área de libre comercio entre China y Australia y entre China y Nueva Zelanda no sólo es beneficioso para la promoción del intercambio económico, comercial e inversionista bilateral sino también para el fomento del desarrollo de la región de Asia y el Pacífico y para el proceso de liberalización comercial global” (14).

La dinámica de comercio de la economía china como exportadora mundial de manufacturas incentiva a Australia aumentar sus negocios con ese país. Durante el periodo 2003-2006 las ventas australianas al gigante asiático se ubicaron en 112 millones de toneladas, un 71% mas que años anteriores (15). El Ministro de Comercio de Australia, Hon Warren Truss aseguró: “China’s emergence as a major industrial power has been one of the most significant global developments of the past 25 years. Australia is particularly well-placed to benefit from China’s expansion because of our complementary economies and our geographical proximity” (16).

La industria agrícola australiana ha exportado al mercado chino por montos superiores a los 1,3$ Billones (Dólar australiano)), transformándose en el tercer destino en importancia. Por su parte, la producción algodonera encontró buena recepción en los mercados del gigante asiático con ventas estimadas en 505$ millones para comienzos del 2006. Li Peng, Máximo Legislador del PCCh de regreso de su visita a Sydney, indicó sentirse complacido con el fuerte impulso de desarrollo de los intercambios bilaterales y las amplias perspectivas de progreso existentes en varios ámbitos (17).

Australia y China avanzan en las negociaciones de un TLC que permita mejorar las posibilidades comerciales, financieras y socio-económicas entre sus pueblos. Dicho Acuerdo posibilitará eliminar o reducir gran parte de las tarifas y barreras en el intercambio bilateral. Los aranceles impuestos por China a los productos agrícolas rondan en el 15,3%, Australia aplica un promedio del 1,3% e insta a Beijing a reducir 15 puntos el arancel para carne vacuna18. Asimismo, las discrepancias están planteadas por los sectores agrícolas y de servicios chinos menos industrializados que sus pares australianos y por ello más sensibles a la competencia extranjera.

Con respecto a los minerales industriales, las cuotas no son tan elevadas, principalmente por el gran crecimiento urbanístico que ha sufrido China en estos últimos años transformándose en un notable productor y consumidor de cemento, acero, zinc y aluminio. Chen Haoran, Presidente de la Cámara de Comercio de Importación y Exportación de Metales, Minerales y Químicos de China declaró: “Es la primera vez en más de dos décadas que las exportaciones de acero del país han sobrepasado las importaciones” (19).

La Administración Howard además se ha interesado en profundizar los canales de cooperación en el área de servicios. Actualmente más de 81.000 estudiantes chinos realizan sus carreras de grado y post-grado en Instituciones Educativas de Australia. Esta realidad demuestra que ambos Estados poseen complementariedad y que cuentan con grandes oportunidades para la cooperación en el futuro. A inicios de 2005 Canberra le concedió a China el status de economía de mercado, con ello se espera que se concluya el TLC y el intercambio bilateral se ubique en la próxima década, según datos oficiales, en 18.200 US$ millones para Australia y 64.000 US$ millones para China (20).

Luego del efecto Tiannanmen, la R.P.Ch amplió su integración en la región de Asia-Pacifico transformándose en un puente de comercio entre el Japón y las economías de los NIC’s (Nuevos Países Industrializados), y sirviendo como nexo entre estas y los EE.UU (21). En el caso de Australia, expertos chinos en temas asiáticos consideran que este país fue modificando su accionar en el campo de las relaciones internacionales con China, aunque en ciertas situaciones se mostró “vacilante”. Por el momento, Beijing no ha manifestado disconformidad con el accionar de Canberra esencialmente porque sus intereses no han sido afectados y no se visualiza una disputa de liderazgos en la medida que la influencia china no traspase los limites del hemisferio Occidental Sur del Pacífico, región tradicionalmente bajo influencia australiana.

1.3- Australia y China: Nueva Esfera Oceánica..

El crecimiento del PBI chino en estos últimos años fue acompañado por un incremento sostenido del consumo energético nacional. Actualmente, la R.P.Ch emplea el 11% de la producción de energía a nivel mundial, transformándose en el segundo mayor consumidor del planeta. El régimen chino ha impulsado un programa de modernización tecnológica y procedimientos para el ahorro de energía con el fin de maximizar el progreso industrial.

China busca transformarse en una economía autosuficiente en el desarrollo de reactores nucleares. El Presidente Hintao acrecentó las alianzas con países productores de uranio a fin de garantizar el aprovisionamiento en años venideros. Sin bien Beijing ha podido cubrir sus demandas internas con la explotación de minas en la provincia de Xinjiang, también importa insumos desde la Ex Repúblicas Soviéticas y ahora lo hará desde Australia. El economista Javier Cuñat Tamarit manifiesta: “A raíz de esta circunstancia, se ha llegado recientemente a una cuerdo de cooperación con Australia en el uso pacífico de la energía nuclear y la minería de uranio. El citado pacto disminuirá el riesgo de una posible y hostil reacción china al acuerdo entre India y Estados Unidos y facilitará un inevitable entendimiento con occidente” (22).

Beijing se encuentra en una etapa de desarrollo del sistema denominado Pebble Bed Modular Reactor (PBMR) o Reactor Modular de Lecho de Bolas a los efectos de maximizar la producción de este recurso. En este contexto, la alianza energética con Canberra puede potenciarse. Ma Kai, Ministro encargado de la Comisión Estatal de Desarrollo y Reforma del China, en el margen del Foro Boao para la Conferencia Anual de Asia, indicó: “China y Australia ya han establecido una asociación en cooperación energética que incluye un mecanismo de diálogo...Australia tiene abundantes recursos energéticos mientras China tiene un enorme potencial de mercado en recursos energéticos, lo cual hace a ambas partes mutuamente complementarias” (23).

En el caso del Gas Natural Licuado (GNL), Beijing estableció un marco de asistencia por parte de Australia, país con abundancia de este recurso. En reunión llevada a cabo entre el Primer Ministro del Consejo de Estado Chino We Jiabao y el Mandatario Howard en Junio de 2006, se firmo un acuerdo de abastecimiento de Gas australiano por un periodo de 25 años (China es el mayor consumidor del mundo). También se prevé la exportación de carbón: el consumo chino pasó de 1.300 millones de toneladas a 1970 millones de toneladas en un periodo de cuatro años 2000-2004.

La elección de George Bush como Presidente de los Estados Unidos incidió fuertemente en el mapa geopolítico de Asia, especialmente luego del 11-S. La R.P.Ch enfrento producto de esta realidad dos obstáculos puntuales: Primero, la inestabilidad en Oriente Medio condujo a Beijing a buscar nuevos exportadores de hidrocarburos en zonas más “estables” de África y Latinoamérica. La segunda cuestión respondió al temor chino de un aumento de la escalada de violencia en el mar meridional de China, la isla de Sumatra y el estrecho de Malaca, resultado de las disputas territoriales existentes con algunos miembros de la ASEAN con incidencias en su comercio regional.

En el caso de Australia, este país asumió una posición de dinámica alineación con los EE.UU. en un claro intento de ocupar una posición más comprometida con Washington, independientemente de los cuestionamientos planteados por algunos países asiáticos como Malasia. Asimismo, la posición de Canberra en el vinculo energético con Beijing se amplia cada año y representa un paso estratégico en la medida que ambos países trabajen conjuntamente en las rutas comerciales oceánicas, las cuales no exentas de problemas son muy necesarias para la seguridad estratégica de ambas naciones.

El actual desafío que presenta el entorno internacional energético, caracterizado por precios ascendentes de las materias primas, gran demanda por parte de los países en desarrollo, incertidumbre del futuro abastecimiento de hidrocarburos motivo de la inestabilidad política en regiones de tradición productora y exportadora, motivan a Australia y China a incrementar sus niveles de cooperación a los efectos de subsanar sus demandantes de energía (en el caso chino), fundamentales para garantizar la eficiencia de diversificación energética.

Es importante precisar que los vínculos sino-australianos pueden encontrar limitaciones en la medida que Canberra se vea sujeta a la “Doctrina Bush” que Washington emplea en Oriente Medio y ahora pretende extender a Europa del Este al mejor estilo de la Guerra Fría. Si bien Australia asume este concepto (guerra preventiva) solo en caso de ver afectada su integridad territorial, la misma implicó efectos colaterales con ciertas economías asiáticas y China no siempre será la excepción. Este contexto demuestra la necesidad de profundizar el análisis sobre el papel de la energía como factor coercitivo del proceso de integración mundial y como posible instrumento de un nuevo auge del “proteccionismo” como mencionan ciertos autores (24).

Conclusiones

No es posible concluir el análisis sin mencionar la evolución y perspectivas de los vínculos bilaterales entre Australia y China. Si bien la cooperación energética se ha incrementado, todavía se haya en una fase de consolidación. La extensión de los contactos político-diplomáticos y entre diversos sectores, hablan de un mutuo interés, situación que contribuye a promover un mayor conocimiento mutuo y el aprovechamiento del potencial existente para la expansión de las relaciones recíprocas. Sectores como los de tecnología nuclear, biotecnología, exploración y explotación minera, son los que presentan, escenarios favorables para la diversificación de las relaciones.

Sin embargo, el alineamiento de Australia detrás de los EE.UU. en la lucha contra el terrorismo internacional genera incertidumbre sobre los efectos en las relaciones con la R.P.Ch a futuro. Como lo manifiesta el analista chileno Germán Toledo Labatut: “...cabe hacer presente que Australia no tiene intenciones aparentes de renunciar a un papel hegemónico en la zona del Pacífico Sur, en el cual juega un rol preponderante en las mas diversas áreas, y cuya titularidad no pretende compartir con las potencias asiáticas” (25).

Es evidente que una década no es suficiente para extraer conclusiones definitivas acerca de los resultados que secuenciaron mayores políticas de vinculación entre Canberra y Beijing. La confirmación dependerá de la maduración de los elementos que se han ido mencionando a lo largo de este examen: es decir, el fortalecimiento y la eficacia de ambos Estados para promover la orientación de sus políticas económica-comerciales de crecimiento a largo plazo y la ejecución de una diplomacia que contribuya a un entorno regional estable.

Notas:

1 Grubel, James: Australia apunta contra los subsidios de EE.UU. y EU. Reuters.

2 Fuente, PROCHILE., Año 2007.

3 Australian Financial Review (AFR), July 6, 2006, p. 11. 3

4 Australia reemplaza a EE.UU. con el mercado asiático. Informe de www.AdnMundo.com. Septiembre 2007.

5 PROCHILE, Subdirección de Planificación y Control de Gestión Gerencia Desarrollo Estratégico.

6 Fuente: Prensa Latina. Septiembre 2006. 4

7 Russell, Don: Economic and Business Aspects: An Australian Perspective. Chapter. In The Other Special Relationship: The United State And Australia At The Start Of The 21ST Century.

8 Base de Datos de Comercio Exterior http://aduanas.camaras.org.

9 Legieng, Wolfgang, “Australian-Asian Security Comments, Entrevista con jefe de la armada de la República de Singapure, de la Real Armada Australiana y de la Armada de Pakistán”. en Revista Naval Forces N. II/2003.

10 Pheysey, Carlos Brian: “La rivalidad diplomática entre Taiwán y la R.P.Ch en las Islas del Pacífico Sur”. Revista de Estudios Chinos. Instituto de Relaciones Internacionales, Universidad de Chengchi. Pag 53-68. Año 2000.

11 Mackinder, Halford John: “ The geografphical Pívot Of Histrory”, Geographical Journal (London) 23, año 1904.

12 García Pío: “El regreso del Dragón. Geopolítica de Asia y Pacífico”. Bogotá, Universidad Extremado de Colombia. Año 2001. 6

13 Rosenberger, Lief: “THE UNITED STATES AND AUSTRALIA: COMPETING ECONOMIC PERSPECTIVES”. In The Other Special Relationship: The United State And Australia At The Start Of The 21ST Century.

14 Funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores Exponen Antecedentes de Visita del Primer Ministro Wen Jiabao al Extranjero. Agencia de noticias Xinhua. Año 2006.

15 Fuente: Banco Mundial, World Development Report, 2006. http://econ.worldbank.org/wdr/wdr2006/.

16 Australian Government, Department of Foreign Affairs and Trade, Año 2006. 7

17 Xinhua, año 2006.

18 Ibidem Pág. 6.

19 El Universal.com/Spanish.xinhuanet.com/Reforma (Internacional). Diciembre 2005.

20 Gobierno de Australia. Australia en el Mundo 2006. 8

21 Wang Jisi (2004). China´s changing role in Asia. Washington D.C.: The Atlantic Council of the United States. En http://www.acus.org/docs/0401-China_Changing_Role_Asia.pdf.

22 Cuñat Tamarit, Javier:“ China Potencia nuclear y desarrollo sostenible”. Carta de Asia-Economía. Año 2006.

24 Belmonte Escríva, José Luís: “CRECIMIENTO ECONÓMICO Y DEPENDENCIA CLIMÁTICA”. 16º Jornadas Anual de Finanzas y Tesorería de la Empresa, Barcelona, 16 de Noviembre de 2006.

25 Labatut Toledo Germán; Política Exterior de Australia en el Pacifico Sur. Universidad de Viña del Mar. Año 2003. 12

Bibliografía

- Belmonte Escríva, José Luís: “CRECIMIENTO ECONÓMICO Y DEPENDENCIA CLIMÁTICA”. 16º Jornadas Anual de Finanzas y Tesorería de la Empresa, Barcelona, 16 de Noviembre de 2006.

- Cuñat Tamarit, Javier:“ China Potencia nuclear y desarrollo sostenible”. Carta de Asia-Economía. Año 2006.

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- Rosenberger, Lief: “THE UNITED STATES AND AUSTRALIA: COMPETING ECONOMIC PERSPECTIVES”. In The Other Special Relationship: The United State And Australia At The Start Of The 21ST Century.

- Russell, Don: Economic and Business Aspects: An Australian Perspective. Chapter. In The Other Special Relationship: The United State And Australia At The Start Of The 21ST Century.

- Wang Jisi (2004). China´s changing role in Asia. Washington D.C.: The Atlantic Council of the United States. En http://www.acus.org/docs/0401-China_Changing_Role_Asia.pdf.