lunes, 13 de abril de 2009

DOS MIRADAS SOBRE LA REEMERGENCIA DE CHINA EN EL TABLERO INTERNACIONAL


Mariana Foglia

Introducción

Occidente observa entre el asombro, la preocupación y el miedo el renacimiento de China en el escenario internacional. En la última década, China creció a un ritmo superior a 9% anual, las exportaciones llegaron a 974.000 millones de dólares en el 2006 y es la cuarta potencia económica mundial detrás de Estados Unidos, Japón y Alemania con un PBI global de 2,5 billones de dólares. Asimismo, es el país más poblado del mundo: de cada cuatro ciudadanos, uno es chino.

Desde el punto de vista militar, el Ejército se ha modernizado mucho en los últimos años y desde el punto de vista político el peso de China en el mundo también ha ido ascendiendo, pues participa activamente en los mayores foros internacionales y su creciente protagonismo ha conducido al país de la introspección a una mentalidad de gran potencia.

De cara a estos sintetizados datos, comprender el ascenso de China y su posible impacto sobre la distribución de poder en el sistema internacional resulta esencial a la hora de estudiar la dinámica actual de las relaciones internacionales. En función de ello, en el presente trabajo se analizan las dos tesis centrales sobre el auge de China y que pretenden explicar hacia donde se dirige el gigante asiático: la tesis de la “amenaza”, tal como es percibida por analistas y políticos occidentales, especialmente estadounidenses; y la teoría del “ascenso pacífico”, desarrollada por especialistas chinos del entorno del presidente Hu Jintao.

Cabe aclarar que aquí se concibe el ascenso de China como una “reemergencia” o “renacimiento” más que como un “auge”, pues el peso de China en la economía mundial era muy elevado hasta finales del siglo XIX, se estancó a principios del siglo XX para volver a aumentar desde finales de los años setenta con la reforma económica. En otros términos, “China va camino, en el mejor de los casos, de recuperar el peso económico que ya tenía en el último tercio del siglo XIX” (2).

Si bien muchos interrogantes surgen a partir de la temática bajo estudio - ¿desplazará China a Estados Unidos como potencia mundial?; ¿se definirá la distribución de poder internacional mediante una confrontación bélica?; ¿cuál es la verdadera magnitud del desarrollo de China?, ¿cuáles son las perspectivas para la región?, etc.- por cuestiones de espacio en las siguientes páginas solo se pretende poner de manifiesto cual es el estado del debate, reconociendo su importancia para el devenir futuro del tablero internacional.

La “amenaza” china

En Estados Unidos, el lema de la amenaza china asocia a “los que temen la emergencia de una potencia económica rival y a los que están obsesionados con la democracia” (3). Entre sus adeptos se incluyen miembros de Congreso (como Dana Rohrabacher), neoconservadores (como William Kristol), académicos (como Rober Kagan, Ross Munro o Richard Bernstein) y periodistas (como Hill Gertz del Washington Times) (4). Todos, aunque con diversos matices, defienden la idea de que China es la mayor amenaza para la seguridad americana. Como señala Pablo Bustelo (5), la tesis de la “amenaza” de China se expresa esencialmente en tres enfoques.

√ Enfoque realista: desde esta óptica la amenaza china es inevitable, tanto por la experiencia histórica del siglo XX como por las grandes dimensiones de China. Partiendo de que el auge de las grandes potencias crea inestabilidad en el sistema mundial, algunos analistas norteamericanos ponen especial énfasis en el carácter no democrático del régimen de la República Popular China para destacar una visión pesimista en cuanto a su desarrollo. Dos exponentes de esta visión son Richard Bernstein y Ross Munro (6), quienes fundamentan que China emerge como un poder rival de Estados Unidos en el Pacífico y que las metas establecidas por el país asiático son contrarias a los intereses norteamericanos. Su visión es pesimista sobre el devenir de las relaciones bilaterales sino-nortamericanas en el futuro: son países rivales, con intereses en conflicto y una guerra entre ellos es siempre posible, rivalidad que tendrá incluso un efecto global, obligando a los demás países a tomar posición en la contienda al estilo guerra fría.

√ Fricciones con Estados Unidos: en sintonía con el enfoque anterior, son significativas las percepciones desde la propia administración norteamericana. Robert Zoellick, número dos del Departamento de Estado, ha acusado a Pekín de crear un “caldero de ansiedad” en el mundo e incluso ha instado al gobierno chino a diseñar una política exterior menos dirigida a defender sus intereses particulares y más orientada a promover la prosperidad y la paz en el mundo. En el mismo tono, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, ha señalado varias veces que los gastos militares chinos son mucho más altos que los oficialmente reconocidos, sin tener China una amenaza que implique tal despegue militar.

√ La idea de que China está esperando a desarrollarse para dominar el mundo: según este enfoque, China se está preparando, incrementando su poderío económico, para finalmente mostrar abiertamente sus tendencias hegemónicas.

Ante este panorama alarmista y pesimista con eje en el catastrofismo, los defensores de la amenaza china pretenden focalizar la atención del Congreso norteamericano en la modernización del Ejército chino, la pérdida de hegemonía militar estadounidense en la región asiática, los daños procedentes de la entrada de China en el mercado global, su alianza con Rusia y otros “Estados Fallidos”, la necesidad de movilizar un fuerte apoyo a Taiwán y prestar atención en la opresión a los derechos humanos y libertades por parte del gobierno chino (7).

Uno de los analistas más importantes sobre la tesis de la amenaza es David Shambaugh, Director del China Policy Program de la Universidad George Washington. Este especialista señala que China y Estados Unidos recientemente han mejorado sus relaciones especialmente en el plano económico pero las tensiones persisten y pueden conducir a un conflicto en cualquier momento. En función de ello la próxima administración norteamericana deberá rediseñar su agenda respecto a China, especialmente en lo concerniente a Taiwán (8).

En relación a Europa, la teoría de la amenaza es en gran medida más moderada y se limita al ámbito económico más que al de seguridad, con énfasis también en sus críticas a las condiciones de los derechos humanos en China. Con lo cual podríamos afirmar que el centro ideológico de la tesis de la amenaza china tiene su motor en Estados Unidos.

La “oportunidad” china

La teoría del “ascenso pacífico” surge para dar respuesta a la tesis de la amenaza, y ha sido desarrollada por especialistas chinos en Relaciones Internacionales con el apoyo de la dirección actual del Partido Comunista Chino y del actual gobierno. Su mayor idéologo es Zheng Bijian (9), quien en sus “Diez puntos de vista sobre el ascenso pacífico de China y sobre las relaciones entre China y Europa” (10), ha sintetizado esta postura pretendiendo aclarar hacia donde se dirige China. Dicha visión puede ser sistematizada en tres pilares centrales:

1) El ascenso pacífico de China se refiere a un ascenso integral para llevar a cabo la gran revitalización de la nación china cuyo objetivo es ser beneficioso no sólo para el propio país sino para la comunidad internacional toda. “China no tiene la intención ni de desafiar ni de subvertir el orden internacional político y económico ya existente (…). No buscamos la hegemonía ni en el pasado, ni ahora, ni nunca jamás en el futuro cuando hayamos alcanzado el desarrollo. Hemos convertido ya en una premisa básica de nuestro Estado la de no pretender nunca la hegemonía” (11).

2) China se enfrenta a numerosos desafíos en su ascenso (escasez de recursos, deterioro medioambiental y desproporciones económicas), los cuales serán transcendidos mediante una nueva industrialización, participando activamente en la globalización económica y construyendo una sociedad socialista armoniosa.

3) El ascenso pacífico se sustenta en el multilateralismo y el uso de medios políticos para resolver las disputas internacionales, valorando la diversidad y la tolerancia entre distintas civilizaciones. China no sólo respeta y respetará el orden internacional vigente sino que además contribuirá sustancialmente a su desarrollo, con la apertura de un mercado enorme, la ayuda a países más pobres, el fortalecimiento de la seguridad internacional y una participación activa en el tratamiento colectivo de los desafíos transnacionales.

El uso del término “auge pacífico” ha generado un debate entre los académicos chinos en cuanto a su utilidad para explicar los pasos del gigante asiático. Como señala Evans Madeiros, entre las discusiones al respecto se señala que el término puede ser una mala señal para Taiwán en sus aspiraciones separatistas, que es demasiado temprano para hablar de auge o ascenso y que la frase puede generar resquemores en la región al connotar un poder en transición. En función de ello el presidente Hu Jintao ha introducido el término “desarrollo pacífico”, señalando que “estamos decididos a asegurar un marco internacional pacífico y un entorno nacional estable que permita concentrarnos en nuestro desarrollo y, con él, contribuir a la paz y al desarrollo del mundo” (12).

En cuanto a las relaciones con EEUU, los teóricos del “ascenso pacífico” señalan que China no busca la rivalidad con Washington y que la convivencia es perfectamente posible porque el poder internacional no se ejerce en un juego de suma cero sino en uno en el que ambas partes pueden ganar”13. En esta dirección apunta Wang Jisi (14) en su artículo “China`s Search for stability with America” donde señala que ambos países se necesitan mutuamente pues a pesar de sus diferencias comparten una unidad de intereses que hace inviable una lucha armada entre ambos.

Hacia una “interpretación china” sobre las aspiraciones chinas

Tal como uno de los más destacados especialistas en Asia, el Prof. irlandés Sean Golden, China resiste la imposición de modelos ajenos, tradición milenaria que tiene raíz en el pensamiento político, económico y social chino (15). La propagación de los valores occidentales en las sociedades chinas conduce ciertamente a una creciente convergencia estratégica entre China y Occidente, pero las divergencias cognitivas seguirán persistiendo, pues ambas culturas tienen una diversa visión del mundo. Tal es así que la apertura china a la modernidad se construye sobre la visión china de ver y percibir el mundo y su lugar en él, siendo una herramienta para consolidar su destino milenario.

Desde Occidente se intenta proyectar un modelo único calificando a toda alternativa como resistencia, amenaza o peligro. De aquí que el crecimiento del gigante asiático sea visto con resquemor dando origen a tesis fatalistas como la de la “amenaza china” arriba desarrollada. Asimismo, “la creencia de que China será una amenaza hace que se interprete la más mínima acción de fortalecimiento de su poder como una indicación de que tal amenaza se está gestando” (16), al estilo profecía autocumplida.

Tal como sugiere el título de este apartado, para comprender hacia donde se dirige China a nivel internacional, es esencial conocer su sistema de valores y percepciones, pues intentar comprender a China en clave occidental puede conducir a conclusiones erróneas.

Si bien no es el objetivo de este trabajo profundizar en el sistema de valores chino, cabe mencionar aquí la importancia de la centralidad y los círculos concéntricos, lo que implica que China es el centro del mundo y esta concepción se aplica a todas las cuestiones culturales (17). De aquí que resulte claro que China efectivamente busca un lugar destacado a nivel internacional como potencia, -es incluso su destino milenario- pero esto no implica que vaya a hacerlo de manera violenta como lo hicieron Alemania y Japón en el pasado.

De la misma manera, China no tiene una historia de expansión territorial y de agresiones exteriores, lo que implica que una interpretación sobre China en este sentido es fruto de una concepción meramente occidental, cuya la historia es la de la expansión, manifestada mediante el intento continuo de imponer sus modelos sociales y valores occidentales. Es precisamente el expansionismo uno de los cinco pilares del sistema de valores occidental identificados por Zhu – los restantes son la salvación, el individualismo, liberalismo y utilitarismo- (18), lo que no predice el accionar chino sino el propio occidental.

Como señala Fernando Delage, China puede sentirse incómoda con la idea de un orden mundial dominado por Estados Unidos, pero no intentará transformarlo mediante el uso de la fuerza porque un sistema internacional estable es la condición indispensable para asegurar su crecimiento. Fue su apuesta a la globalización (apertura de su economía, adhesión a la OMC) la clave de su desarrollo económico, con lo cual más que intentar cambiar el sistema internacional, lo que está demostrando China es una gran capacidad para utilizarlo de manera que responda a sus propios objetivos (19).

Consideraciones finales

A lo largo de este trabajo se ha pretendido destacar las opiniones de algunos de los especialistas más entendidos en los estudios sobre China sobre un tema tan sensible como el lugar del gigante asiático en el tablero internacional.

Como escribió hace siglos el gran pensador Tucídides, “creer en el carácter inevitable de un conflicto, acaba volviéndolo ineluctable”. En este sentido, considero que la “tesis de la amenaza” defendida en los círculos políticos y académicos norteamericanos no reflejan un conocimiento acabado sobre los valores y tradiciones chinas, sino todo lo contrario: son un espejo de la propia forma de ver el mundo en clavo occidental.

Desde mi punto de vista, China – consciente de su tamaño, poder y sed de grandeza- va dando pasos estratégicos para erigirse en potencia económica mundial, ese es su norte y el mismo implica balancear el poder norteamericano. Pero en un mundo interdependiente, China y Estados Unidos se necesitan mutuamente y las posibilidades de guerra disminuyen en la medida en que crece el intercambio comercial entre ambos países.

Una mayor comprensión entre ambos actores, con énfasis en la comunidad de intereses que los unen más que en las divergencias que los separan, será la clave para la construcción de un lazo armonioso entre ambos polos de poder en el siglo XXI.

Notas:

2 BUSTELO, Pablo. “El auge de China: ¿amenaza o “ascenso pacífico”?. ARI Nº 135/2005. Publicado el 10/11/2005. Real Instituto Elcano.

3 FERNANDEZ, Sophie. “¿Es China una amenaza para la seguridad global?”. Tesina de fin de curso Master en Relaciones Internacionales del IBEI. Diciembre de 2005. Página 23.

4 Los adeptos a esta tesis también son conocidos como “Blue Team”, en relación a el film Wargames.

5 BUSTELO, Ibídem.

6 BERNSTEIN, Richard; MUNRO, Ross H. “The Coming Conflict With China”. New York: Alfred A. Knopf, 1997.

7 FERNANDEZ, Sophie. Ibidem. Página 24.

8 SHAMBAUGH David. “Powershift. China and Asia’s new dynamics”. Berkeley: University of California Press, 2005.

9 Zheng Bijian fue vicepresidente ejecutivo de la Escuela Central del PCC y presidente actualmente de un think tank próximo al hoy presidente Hu Jintao

10 Conferencia pronunciada durante el acto organizado por el Real Instituto Elcano el

12 de diciembre de 2005.En http://www.realinstitutoelcano.org/analisis/867/867_DiscursoZheng.pdf

11 BIJIAN, Zheng. Ibídem.

12 En DELAGE, Fernando.”El nuevo contexto de la política exterior china”. ARI Nº 93/200. Publicado el 07/09/2007. Real Instituto Elcano. En www.realinstituoelcano.org

13 BOTELO, Op. Cit.

14 Director del Instituto de Estudios Internacionales en la Escuela del Partido Comunista Chino.

15 GOLDEN, Sean. “Percepciones y sistemas de valores como factores de desarrollo y transición en Asia”. En Sean Golden y Max Spoor (Eds.), Desarrollo y Transicion en Asia. Barcelona: CIDOB y Ediciones Bellaterra, 2005.

16 BOTELO, Op. Cit.

17 OLIVIER FAURE, Guy. “La sociedad china y la nueva cultura emergente”. En Multilateralismo versus unilateralismo en Asia: el peso internacional de los “valores asiáticos”. España, CIDOB, 2004.

18 MAJIE, Zhu. “Cultural impact on international relations”. Cultural Heritage and Contemporary Change, Series III, Asia, Volume 20.

19 DELAGE, Op. Cit.
Centro Argentino de Estudios Internacionales www.caei.com.ar
Programa Asia-Pacífico

Bibligrafía

• BATES, Gill, “Rising star: China’s new security diplomacy”. Washington: Brookings Institution Press, 2007,

• BERNSTEIN, Richard; MUNRO, Ross H. “The Coming Conflict With China”. New York: Alfred A. Knopf, 1997.

• BUSTELO, Pablo. “El auge de China: ¿amenaza o “ascenso pacífico”?. ARI Nº 135/2005. Publicado el 10/11/2005. Real Instituto Elcano.

• Conferencia pronunciada durante el acto organizado por el Real Instituto Elcano el 12 de diciembre de 2005.En http://www.realinstitutoelcano.org/analisis/867/867_DiscursoZheng.pdf

• DELAGE, Fernando.”El nuevo contexto de la política exterior china”. ARI Nº 93/200. Publicado el 07/09/2007. Real Instituto Elcano. En www.realinstituoelcano.org

• Documentos CIDOB. Asia; 17. Luis Francisco Martínez Mont. “Los Estados Unidos y el ascenso de China. Implicaciones para el orden mundial”.

• FERNANDEZ, Sophie. “¿Es China una amenaza para la seguridad global?”. Tesina de fin de curso Master en Relaciones Internacionales del IBEI. Diciembre de 2005.
• GOLDEN, Sean. “Percepciones y sistemas de valores como factores de desarrollo y transición en Asia”. En Sean Golden y Max Spoor (Eds.), Desarrollo y Transicion en Asia. Barcelona: CIDOB y Ediciones Bellaterra, 2005.

• MAJIE, Zhu. “Cultural impact on international relations”. Cultural Heritage and Contemporary Change, Series III, Asia, Volume 20.

• OLIVIER FAURE, Guy. “La sociedad china y la nueva cultura emergente”. En Multilateralismo versus unilateralismo en Asia:
Centro Argentino de Estudios Internacionales www.caei.com.ar
Programa Asia-Pacífico
el peso internacional de los “valores asiáticos”. España, CIDOB, 2004.

• SHAMBAUGH David. “Powershift. China and Asia’s new dynamics”. Berkeley: University of California Press, 2005.

EL CONFLICTO INDO-PAKISTANÍ


Matías Alejandro Magnasco

Introducción

En el presente trabajo se hará un análisis del conflicto por Cachemira y la relación indo-pakistaní. Comenzaré con una breve descripción histórica de las Relaciones Internacionales en la región, con especial énfasis en la cuestión cachemir, ya que creo no se puede entender la situación actual sin comprender la evolución histórica de la diplomacia de las partes en juego.

Le doy suma importancia a la cuestión nuclear, siguiendo la teoría de Robert Gilpin en su obra “Cambio y Continuidad en la Política Mundial”, como medio de disuasión y poder y como condicionante de la diplomacia seguida por ambos Estados, máxime luego de la primera explosión nuclear por parte de la República Islámica de Pakistán en 1998. Analizaré, para esto, las relaciones entre las potencias de la región, para lo cual incluiré el papel de Israel en este escenario.

El objetivo del trabajo será llegar a una idea sobre el futuro del conflicto indo-pakistaní, para lo cual no me basaré explícitamente en hechos históricos concretos, a menos que sean claves para el análisis, sino más bien intentaré analizar las acciones de los Jefes de Estado implicados y sus relaciones de poder.

Desarrollo

Breve historia de las Relaciones Internacionales en la región

Para entender el proceso actual de las negociaciones por la disputada región de Cachemira (Kashmir) entre la India y Pakistán, creo necesario hacer una breve descripción de la Política Exterior de la India y la región en general, que nos permita comprender el entramado de las Relaciones Internacionales en una de las regiones más candentes del mundo, haciendo hincapié en el asunto con compete a este trabajo.

El énfasis dado por Gandhi al valor de la tolerancia, el respeto mutuo, el compromiso con la paz, el no empleo de la fuerza para resolver las disputas y la libertad, han dado un “carácter moral” a la Política Exterior india desde el momento mismo de la partición en 1947. Prueba de esto sería la postura de no-alineamiento seguida por Nueva Delhi y la proposición de poner en práctica el desarme nuclear a nivel global.

El arquitecto de una Política Exterior más pragmática fue Jawaharlal Nehru, quien percibía que la superficie de la India, su peso demográfico, sus recursos naturales y su posición geoestratégica “evidenciaban la relevancia del país en Asia y el mundo”. De cara a este objetivo y al reconocimiento de la necesidad de que imperase la estabilidad regional, la diplomacia india se habría apartado de su visión idealista de las Relaciones Internacionales y abocado a las negociaciones por Cachemira luego de la guerra que estalló 1947.

Con el gobierno de Morarji Desai (1977-1979) y luego el de Indira Gandhi entre 1980 y 1984, se presentaron algunos cambios en el perfil que hasta el momento había exhibido la Política Exterior india.

Con Desai (2), la India inició el camino de establecer relaciones secretas con Israel (lo cual me ocuparé mas adelante), expresó su voluntad de normalizar sus lazos con China (aliada de Pakistán durante el conflicto de Bengala (3)), y se pronunció a favor de discutir con Pakistán el problema de Cachemira.

Tras el asesinato de Indira en 1984, su hijo Rajiv fue su sucesor político. La administración Rajiv Gandhi (1985-1989) promovió la normalización de relaciones con China, procuró mantener estables los lazos con Pakistán (sin perjudicar las opciones de defensa basadas en el arsenal no convencional).

Con la llegada del Atal Behari Vajpayee al puesto de Primer Ministro de India, la Política Exterior experimentó un cambio de orientación, especialmente en lo referido a las relaciones con Islamabad. Posiblemente la debilidad institucional que evidenciaba Islamabad (el Premier Sharif sufriría en octubre de 1999 un golpe de Estado) contribuyó en la toma de la decisión de llevar a cabo ensayos misilísticos y nucleares en mayo de 1998. Esto muestra la creciente importancia del poder disuasivo de dichas armas (la llamada Estrategia Nuclear de la Disuasión (4)). El resultado inmediato no sólo fue la interrupción del diálogo con Pakistán, sino también la invasión de Kargil por parte del último, que lo trataré mas adelante.

Una vez apartado del poder el Premier Sharif, la diplomacia india procuró utilizar todo foro internacional para cuestionar la legitimidad del gobierno del Gral. Musharraf, por lo que los últimos años de la década se distinguieron por la hostilidad entre los dos vecinos.

El nuevo milenio daría, sin embargo, muestras de un acercamiento entre Nueva Delhi e Islamabad, seguramente a la luz del nuevo escenario internacional emergente luego de los ataques del 11/S: en enero de 2004, en el marco de la cumbre de la SAARC (5), Vajpayee se reunió con su contraparte Zafarullah Jamali e incluso con el Gral. Musharraf. El afianzamiento de la apertura económica en la India y el lanzamiento de la lucha contra el terrorismo islámico por parte de los EEUU, contribuyeron en un mayor acercamiento entre Nueva Delhi y Washington y quebrantaron los cimientos de la relación preferencial que hasta fines de la Guerra Fría había existido entre Islamabad y Washington. No obstante, cabe destacar que para la Casa Blanca ambos países tienen un papel que cumplir de cara a los intereses estratégicos de EEUU: mientras que Pakistán es la línea de avanzada contra el terrorismo islámico, la India es el principal contrapeso de China.

Esta apertura económica entre Inda y Pakistán mencionada anteriormente, concuerda con la siguiente premisa: “(…) a mayor comercio mundial en base a la cooperación entre los Estados, menor cantidad de conflictos armados interestatales. O lo que es lo mismo, mayor desarrollo tecnológico, más comercio mundial, menos guerras interestatales (…)”.

La asociación entre Israel y la India

Se ha sabido que la cooperación entre ambos países en materia nuclear y de misiles de los años ´70 en adelante tuvo su origen en un primer pacto secreto sobre el suministro de armas convencionales y el intercambio de sus servicios de inteligencia. Se produjo una visita clandestina a la India del jefe del Estado Mayor israelí, David Shaltiel, en 1964, para firmar un protocolo secreto con vistas al intercambio de servicios de inteligencia y al suministro de armamento.

La cooperación en el campo nuclear tuvo que esperar a que la India hiciera estallar un ingenio nuclear en 1974, con "intenciones pacíficas", y al ascenso como Primer Ministro en 1977 de Morarji Desai. Se cree que las bases para este acuerdo se establecieron en un encuentro de máximo secreto entre Moshe Dayan, entonces Ministro de Exteriores de Israel, y Desai, cerca del aeropuerto de Bombay.

Cuando el auge del petróleo de mediados de los años setenta y principios de los ochenta produjo el acercamiento de los Estados del Golfo a Pakistán, comenzó éste a parecer una amenaza para los israelíes. La hostilidad de la India era, sin embargo, mucho más antigua, pues databa de la partición del año 1947. Así, cuando en 1987 comenzaron a circular los informes de que Islamabad estaba construyendo un ingenio nuclear, pronto se oyó de un posible plan indo-israelí de lanzar un ataque preventivo contra Pakistán. Como era de prever, Israel y la India negaron este supuesto.

En las últimas dos décadas se han producido entre los dos países varios intercambios de científicos expertos en energía atómica y misiles, como la del doctor A.J.P. Cabe mencionar que India posee, desde 2006, un acuerdo de cooperación con EEUU en materia nuclear, lo cual viola el TNP, pero no concierne a este trabajo. Esta podría ser la principal causa por la cual Pakistán buscaría una colaboración estratégica en materia nuclear con China.

Los miedos paquistaníes de un ataque preventivo

Sólo es una conjetura el grado de conocimiento que hayan podido tener los paquistaníes de las relaciones secretas entre Israel y la India. Lo cierto es que los radares paquistaníes detectaron en reiteradas ocasiones aviones de combate F-16 en sus pantallas, avión que no posee la India pero que forma parte de la Fuerza Aérea Israelí. Dado que Israel destruyó una instalación nuclear iraquí cerca de Bagdad en junio de 1981 con un bombardeo aéreo, los temores de Pakistán no son infundados. El temor a un ataque israelí hizo que el gobierno paquistaní se apresurara a realizar una detonación de un artefacto nuclear.

La India ha catalogado a Pakistán y China como sus adversarios, otorgando a su arma un papel doble. Por lo que respecta a la de Pakistán, se le ha adjudicado un papel adicional por parte de políticos de otras naciones, principalmente musulmanas, aunque también por Israel, que se inclina a describir el arma paquistaní como una " bomba islámica". Su Ministro de Defensa advirtió del peligro de que el dominio nuclear se extendiese desde Pakistán a otros estados musulmanes.

La visión popular entre los palestinos (musulmanes en un 90%), fue bien resumida por el Shaij Idrisi de la mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén: "La bomba nuclear de Pakistán es el comienzo de la resurrección del poder islámico". Anteriormente, en una entrevista en un periódico de Jartum, el líder de Hamas, jeque Ahmad Yasin, había descrito la condición nuclear de Pakistán como un "valioso caudal para las naciones árabes y musulmanes". Más importante fue que durante una visita a Islamabad, el Ministro de Exteriores iraní Kamal Jarrazi declarara que los musulmanes del Oriente Medio se habían preocupado durante mucho tiempo de la capacidad nuclear israelí, pero ahora que una nación hermana musulmana había demostrado que poseía la tecnología para producir armas nucleares "sentían confianza".

El status nuclear de Pakistán ha sido bienvenido desde muchos lados de la región como un contrapeso al arsenal nuclear israelí y aunque el Primer Ministro paquistaní Muhammad Nawaz Sharif ha prometido que no compartiría la tecnología nuclear con ningún otro país, la geografía y los hechos reales aconsejan a muchos analistas a tratar con escepticismo estas afirmaciones. Pakistán comparte una frontera con Irán y en el ámbito popular y oficial existen importantes lazos entre Pakistán y las monarquías árabes del Golfo. Si exceptuamos las diferencias acerca de Afganistán desde la captura por los talibán de Kabul en septiembre 1996, las relaciones entre Irán y Pakistán han sido cordiales desde la revolución iraní de 1979. Ambos han adquirido en Corea del Norte misiles balísticos de alcance medio (mil quinientos kilómetros) y están intentando fabricarlos ellos mismos. Irán tiene un programa de investigación nuclear en marcha que, insiste, tiene fines pacíficos, y permite la entrada del OIEA (aunque pone obstáculos de todo tipo).

En junio de 2007 se llevó a cabo la Conferencia Internacional de No-Proliferación en el Ronald Reagan International Trade Center en Washington DC. con el fin de intercambiar ideas sobre los temas más urgentes de No-Proliferación. Atrajo a aproximadamente 800 agentes de gobiernos, tales como Margaret Beckett, expertos, técnicos, académicos, etc. de todo el mundo. Entre los temas tratados, menciona la necesidad urgente de persuadir a India y Pakistán (y también a Israel) a que acepten las obligaciones del TNP, y que el estado del Tratado entre EEUU y la India sobre cooperación nuclear es incierto y hace más daño que bien al régimen de no proliferación.

La cuestión cachemir

India y Pakistán son dos países que no sólo están en conflicto entre sí por la región de Cachemira. También tienen enormes conflictos internos por cuestiones separatistas, de autonomía o secesión. Por ejemplo, la India tiene que lidiar con el conflicto entre hindúes y musulmanes; entre Nagas y Kakis, por predominio regional; entre Sikhs y el gobierno indio, por el sistema político e ideológico; y los mas importantes, que desataron una crisis severa de características violentas, entre los Naxalites contra el gobierno desde 1997 por razones políticas e ideológicas también, y cachemires y separatistas pro pakistaníes desde 1947 por cuestiones de secesión. En cuanto a estos últimos grupos separatistas, en el año 2006, India los ha acusado de tener lazos con la red terrorista Al-Qaeda. En definitiva, India tiene más de 15 conflictos que resolver en el plano interno, muchos de ellos violentos. Por el lado de Pakistán, este país debe resolver solo 3 conflictos internos pero que son de suma gravedad debido a las características violentas de los mismos (6).

Los conflictos internos modifican la forma en que se dan las relaciones entre los países, modifican el accionar de su diplomacia. Siempre que un país tiene graves conflictos internos, va a buscar una mejor relación con su enemigo o, por lo menos, bajar el nivel de hostilidad. Esto pasó, por ejemplo, cuando EEUU tuvo dificultades internas debido a la Guerra de Vietnam, donde buscó bajar el nivel de hostilidad con sus enemigos. Pero en el caso del conflicto indo-pakistaní, tanto por la región de Cachemira como por la marisma de Sir Creek, no parece cumplirse esto a rajatabla, ya que ambos países continuamente demuestran sus nuevas armas con grandes ejercicios y demostraciones de poder militar, subiendo de esta forma el nivel de hostilidad, incluso cuando parecen ponerse de acuerdo en algún aspecto.

El conflicto se debe tanto por Cachemira y la marisma de Sir Creek (territorio) como por razones de poder internacional. De acuerdo al Barómetro de Conflictos 2006 del Heidelberg Institute, este es un conflicto manifiesto de baja intensidad, lo que presupone cruces verbales, alguna escaramuza entre tropas, demostraciones de poder, etc. De todos modos, esto no asegura que prevalezca una paz, ni mucho menos la ausencia de choques fronterizos, que podrían derivar en un conflicto abierto entre ambas potencias nucleares. No se deben sacar conclusiones definitivas al respecto, ya que el mundo de la diplomacia y las Relaciones Internacionales es un mundo incierto. De todos modos, no se ve un conflicto armado de gran magnitud como los anteriores al corto o mediano plazo, pero tampoco una solución viable al litigio.

El conflicto por Cachemira tiene sus raíces en la Partición de 1947, cuando el Reino Unido dividió a su colonia, formándose de esta manera India y Pakistán, hindúes y musulmanes, respectivamente. La región de Cachemira, de abrumadora mayoría musulmana (99%), sería gobernada por un rey hindú, colocado por el Reino Unido luego de retirarse, el cual luego anexionaría la región a la unión india, con lo cual Pakistán hizo alusión, desde ese momento, a la “opresión” india sobre las poblaciones musulmanas, reforzando la idea de que Pakistán era la tierra para dichos musulmanes. De esta forma, ambos países se enfrentaron en tres sangrientas guerras (1947, en la cual Pakistán gana una parte, 1965 y 1971), pertenecieron uno al bloque occidental y el otro al bloque comunista durante la Guerra Fría, y fueron a una cuarta guerra (aunque de menor intensidad a los anteriores) en 1999, luego de que el presidente Pervez Musharraf (que había tomado el poder de Pakistán tras un golpe de Estado) invadiera la zona de Kargil, al otro lado de la Línea de Control (LoC, por sus siglas en inglés) que separaba a ambos países. Con este enfrentamiento, Musharraf se daría cuenta de la importancia de la Estrategia Nuclear de la Disuasión, puesto que fueron los propios indios quienes evitaron abrir nuevos frentes de conflicto así como bombardear posiciones pakistaníes fuera de la LoC. También, luego de los ataques terroristas del 2001 al parlamento indio, apoyados por Pakistán, el Primer Ministro indio Vajpayee comenzaría, en el año 2003, los primeros pasos para disminuir la tensión con su vecino, y esto fue precisamente debido al temor a un holocausto nuclear, entre otras cosas.

La llegada al poder del General Pervez Musharraf significó un giro sustancial en la política exterior de Pakistán. Comenzaría una etapa en las relaciones indo-pakistaníes marcada por la disuasión nuclear (Pakistán probó su primera bomba nuclear en 1998 mientras que India ya disponía de estas desde los años ´70), el marcado interés del agua de Cachemira por parte de Musharraf y, luego del 11/S, la guerra contra el terrorismo de EEUU fortalecería a Pakistán frente a India (7).

El diálogo iniciado en 2004, llevó a que ambos acordaran no construir mas defensas a lo largo de LoC, entre otras cosas. Fuera del territorio cachemir, las conexiones de trafico a lo largo de la frontera entre ambos fueron abiertas. así, por ejemplo, el 20 de enero de 2005 se inició el cruce del primer autobús a través de la dividida Punjab. Sin embargo, Nueva Delhi protestó contra el proyecto de construcción de la represa de Basha Dam por parte de Pakistán, a lo que este ultimo respondió con sendas pruebas de misiles cruceros y misiles tierra-tierra.

India respondió con ejercicios similares. Esto nos demuestra cómo los aspectos económicos (y sociales) vienen acompañados de demostraciones de poder. Por otro lado, los ataques de Mumbai del 11 de julio del mismo año, afectaron negativamente las relaciones entre ambos, ya que la policía india habría demostrado la participación de la ISI pakistaní (servicios de inteligencia pakistaníes) tras estos atentados perpetrados presumiblemente por el grupo insurgente Lashkar-e-Toiba. Las relaciones quedaron estancadas hasta la reunión del 15 de noviembre, donde ambos países aceptaron compartir datos de inteligencia para combatir el terrorismo.

La cuestión, como señala Bernat Masferrer, es que ambos Estados tienen prioridades diferentes, y esta es una de las causas por las que el conflicto nunca termina de solucionarse. La India por un lado busca terminar con el terrorismo, mientras que Pakistán, por el otro, busca una solución urgente para Cachemira.

Desde el año 2004, se crearon comisiones y subcomisiones del mas alto nivel, las cuales tratan diferentes temas, pero no existe confianza, a la vez que se acusan mutuamente por falta de voluntad y por las demostraciones constantes de poder. Todo esto dificulta el proceso de toma de decisiones. Por ejemplo, los temas que se trataron sobre la desmilitarización del glaciar de Siachen (ubicado en la región de Cachemira) así como el marisma de Sir Creek, terminaron sin solución alguna. Solo se puede decir que hubo consenso entre ambos en la cuestión del gasoducto Irán-Pakistán-India (IPI), ya que todos salen ganando de este proyecto: Pakistán pasaría a controlar la llegada del gas a India, lo que le aseguraría el pleno suministro del agua que fluye desde la Cachemira india, recurso fundamental para su economía por su gran utilización para el riego de sus cultivos, etc. A su vez, el gasoducto es un buen signo de optimismo para la paz en la región.

Cabe aclarar que en la Constitución india figura una cláusula que exige la devolución del territorio cachemir pakistaní, pero de todos modos en la actualidad, India no ambiciona con poseer este territorio ya que sabe que no puede ganarlo, por lo que su plan de paz pretende convertir a la LoC en una frontera internacional. Para Pakistán, sin embargo, el objetivo es lo opuesto: que India permita la independencia del sector que administra, para que de este modo Islamabad ejerza su influencia, con el objetivo de obtener los recursos hídricos tan valiosos para su economía

Conclusiones

Como ya mencioné antes, no se ve una futura guerra entre ambos Estados como las anteriores, pero tampoco se ve una salida viable al litigio, por lo menos al corto y/o mediano plazo. Prueba fehaciente de ello es que las negociaciones iniciadas en 2004 se encuentran estancadas, ya que India por un lado exige a Pakistán que termine de apoyar el terrorismo, pero Pakistán tiene la ventaja de ser una pieza clave en la Guerra contra el Terrorismo” llevada a cabo por los EEUU, lo que le permite negociar con la India casi sin presiones.

De esta forma se ve que las negociaciones bilaterales prácticamente no llevan a nada, salvo a algunas cuestiones puntuales como las ya mencionadas. Tampoco la mediación de un tercer Estado parece ayudar en algo, ya que los EEUU son la única potencia con poder suficiente para poder influir, pero guiado por sus intereses geoestratégicos sólo entorpeció las negociaciones por el gasoducto IPI, única cuestión en que India y Pakistán parecían entenderse, abriendo un camino para la paz.

De este modo, creo en la solución negociada a través de, por un lado, los canales multilaterales de negociación, como las Naciones Unidas, y por otro, y mas importante creo, en los canales diplomáticos paralelos (Diplomacia de Vía Dos), es decir, en conferencias, paneles de discusión, comisiones especiales integradas por agentes profesionales no diplomáticos así como académicos, que pueden generar soluciones que tal vez no están a la vista de la Diplomacia formal, empapada de intereses personales e ideológicos.

Notas:

2 Político derechista con una historia de contactos con la CIA.

3 Bengala fue una provincia pakistaní, ubicada en el extremo occidental de la India, que había quedado en manos pakistaníes luego de la partición. Esta provincia se independizó de Pakistán en 1971 mediante una guerra. Fue apoyada por India (a su vez esta apoyada por la URSS), mientras que los EEUU y China apoyaron a Pakistán. Luego de independizarse, tomaría el nombre de Bangla-Desh.

4 Tipos de disuasión: Ofensiva: se aseguran daños inaceptables al adversario y requiere capacidad de envío; Defensiva: se niega al oponente la posibilidad de una victoria rápida y poco costosa. Requiere medidas de defensa civil, dispersión de la industria, previsiones para luchar contra el invasor dentro del propio territorio y la capacidad de neutralizar la acción de sus armas estratégicas antes de que impacten en blancos propios.

5 SAARC (Asociación del Asia Meridional para la Cooperación Regional). Los objetivos son el fomento de los derechos humanos y de las libertades fundamentales y la cooperación en los sectores comercial, científico y tecnológico, así como en la lucha contra el narcotráfico y en la protección del medio ambiente.

6 Barometer Conflict 2006.

7 Descripción del mapa: el territorio cachemir es mas grande que Nepal y Bhután juntos, de aproximadamente 222.000 km2. La parte al noreste se encuentra bajo soberanía china, una parte anexionada militarmente a fines de los años ´50 y otra parte cedida unilateralmente por Pakistán en 1963. No está reconocida oficialmente como parte de China por India, lo cual es motivo de negociación entre China e India. La parte norte (Azad Kashmir, “Cachemira Libre”) corresponde a la Cachemira pakistaní mientras que Jammu y Cachemira corresponde a la Cachemira india.

Bibliografía


BOUZAS, A. (2006): “El proceso de diálogo entre la India y Pakistán: continuidad y escepticismo”, en Real Instituto Elcano, http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal (visitada el 23/10/2007).

CHAHAB, M. (2005): “La tendencia de los conflictos armados”, Buenos Aires.

JINCHUK, D. (2006): “La situación nuclear en Medio Oriente”, en http://www.cari1.org.ar/memoria/2006/2006.html#COMITÉ%20DE%20ASUNTOS%20NUCLEARES , (visitada el 27/04/2007).

MASFERRER, B. (2005): “India, Pakistán y la cuestión de Cachemira”, en http://www.anuarioasiapacifico.es/anuario2005/pdf/021Bernat_Masferrer.pdf (visitada el 27/10/2007).

PERKOVICH, G. (2006): “Nonproliferation Project”, Carnegie Endowment for International Peace, en www.carnegieendowment.org (visitada el 17/03/ 2007).

QUELLET, R. (2004): “Geopolítica del Oriente Medio”, Buenos Aires, Centro FICCH.

EL EJE “CHINDIA” Y LA ESTRATEGIA DE LAS DIEZ PUNTAS


María Victoria Natalizio

El proceso de acercamiento entre India y la RPCh, a partir de la visita de Hu Jintao al Primer Ministro Indio Manmohan Singh en noviembre de 2006, tras una década sin promoción de las relaciones bilaterales a ese nivel dirigencial, y la Declaración Conjunta resultante de ese encuentro, reavivaron las hipótesis sobre la emergencia de un nuevo eje de poder en Asia, que jugará un rol determinante en las relaciones internacionales en el siglo XXI: el eje ChIndia.

A partir de la Estrategia de las Diez Puntas, trazada a lo largo de los cuarenta y ocho puntos que contiene la Declaración Conjunta, ambos países plasmaron el compromiso de reforzar la asociación estratégica y cooperativa en pos de un mejoramiento cuantitativo y cualitativo de las relaciones bilaterales.

Los componentes de esta nueva estrategia de fortalecimiento de la relación bilateral constituyen temas cruciales para el crecimiento económico y posicionamiento de ambos; entre ellos, el incremento de los contactos institucionales a través de reuniones cumbres; la consolidación de las relaciones comerciales económicas, a través de la optimización de la potenciales complementariedades de las economías en materia de software –India- y hardware –China- (1); la cooperación en materia de seguridad energética de ambos países, de cara a una posible competencia en este campo por terceros mercados donde abastecerse y así contrarrestar la escasez de este recurso en sendos territorios (2); cuestiones varias referidas al medio ambiente, como desarrollo sostenible, biodiversidad y cambio climático(3); la cooperación en materia de defensa, sin referencia alguna a dos grandes preocupaciones compartidas: el crecimiento de las Marinas de Guerra y los arsenales de armas nucleares; la resolución de las cuestiones fronterizas pendientes, la conectividad y la cooperación transfronteriza; el desarrollo científico y tecnológico, con la creación de un Comité de Cooperación Científica y Tecnológica a fines de alcanzar el liderazgo en materia de nano y bio tecnologías; el fomento de los lazos culturales y el intercambio entre pueblos; y por último, la cooperación a nivel regional e internacional, sin pronunciamientos concluyentes.

Aún cuando ninguno de los dos actores olvida su pasado conflictivo en común (una guerra de frontera en 1962, los litigios limítrofes aún irresueltos (4) y la desconfianza en el plano nuclear con pruebas nucleares en consecuencia (5), entre otros) y las fricciones que tradicionalmente han sostenido en materia de alineamientos (el alineamiento de India con la Unión Soviética, colocó a China a favor de Pakistán en la disputa por la posesión de Cachemira.), el sentido de oportunidad histórica parece estar primando por sobre las diferencias.

El pragmatismo parece ser, hoy, el eje articulador del comportamiento de ambos Estados. Expresiones de la Declaración Conjunta sobre la percepción del otro como socio y no rival o competidor (6) y el reconocimiento de la existencia de espacio suficiente para que ambos puedan crecer juntos, pueden limitarse a quedar como meros pronunciamientos o pueden constituir los incentivos positivos necesarios para que ambas potencias implementen cursos de acción beneficiosos, que contribuyan a una mejor y más fluida comunicación y, con ello, a la disminución de la incertidumbre en el accionar de ambos, configurando así comportamientos más cooperativos.

La estrategia de las Diez Puntas parece haber comenzado a implementarse en este sentido, con resultados auspiciosos. Pueden detectarse algunos indicadores de esto, tales como la realización de las primeras maniobras antiterroristas conjuntas sino-indias de la historia, en el marco del Memorándum de Entendimiento para los Intercambios y la Cooperación en Materia de Defensa (7), que tuvieron lugar el pasado año, con repercusiones positivas en los altos mandos militares chinos (8).

Asimismo, y en respuesta a la visita de Hu Jintao en 2006, el pasado enero, Manmohan Singh encabezó una misión india a la RPCh con una agenda enfocada principalmente en las relaciones comerciales bilaterales y en discutir la resolución del litigio fronterizo de de Anunachal Pradesh (9), además de las protocolares visitas a los principales sitios deportivos donde se desarrollarán los Juegos Olímpicos de este año.

La firma de acuerdos de cooperación en varios campos, entre ellos, geociencia, ferrocarril, gestión de tierras, medicina tradicional y vivienda y la actitud asumida por el Primer Ministro de llegar a la RPCh “con la mente abierta para mantener discusiones honestas y libres sobre todos los asuntos de interés común, con la vista en dar forma a unas relaciones que beneficien a nuestros dos países y a las generaciones futuras” (10) , también dan la pauta de un compromiso bilateral que avanza, aún con el pasado conflictivo compartido y temas altamente sensibles para las relaciones vigentes: la preocupación india por la asistencia nuclear de la RPCh a Pakistán, la connivencia india en la cuestión del Tíbet (11), el escaso respaldo chino a la aspiración de India a ingresar en la órbita de la APEC y al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en calidad de Miembro Permanente (12).

En este contexto, cabe preguntarse en línea con algunas hipótesis académicas, si puede efectivamente pensarse en un Eje ChIndia, que logre un protagonismo indiscutido en el siglo XXI. Para ello, la resolución de temas claves de sus agendas domésticas se presenta como ineludible: crecimiento económico sustentable y sostenido, seguridad energética, instituciones políticas más transparentes y participativas, distribución de la riqueza y derechos humanos, entre otros.

De cara a este potencial posiciomiento internacional de ambos actores en el nuevo siglo, y en vista de sus aspiraciones comunes a un orden global multipolar, los actuales sostenedores del status quo internacional, indefectiblemente, verán su sistema amenazado y pondrán muchas trabas a las intenciones sino-indias de “reestructurar el orden mundial” (13).

El avance sostenido en la resolución de los temas más sensibles de las agendas doméstica y bilateral de ambos países será clave para que este Eje ChIndia pueda consolidarse, posicionarse, sobrevivir al aislamiento y los obstáculos que pueden interponerse y, consolidarse como auténtico viento de cambio en el sistema internacional del siglo XXI.

Notas:

1 Ambos estados se comprometieron a duplicar su intercambio a 40 000 millones de dólares al 2010.

2 El Memorando de Cooperación en materia de Petróleo y Gas, suscripto en enero de 2007 constituye un verdadero avance en este punto. Estimula a la acción conjunta de las empresas chinas e indias en materia de exploración y desarrollo de yacimientos de hidrocarburos que se encuentren en terceros países.

3 Tanto India como la RPCh defienden que las naciones en desarrollo no deben asumir compromisos de reducción de emisiones contaminantes en el acuerdo que releve al Protocolo de Kyoto en 2012.

4 Tales como Anunachal Pradesh, parte de Ladakh, Aksai Chin (Cachemira) o Sikkim.

5 Con el pretexto de la amenaza que el Programa Nuclear Chino significaba para la India, este país justificó la realización de una serie de ensayos nucleares subterráneos en 1998.

6 Sobre esta cuestión, desde la Academia de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China, se argumenta que “la mejor manera de describir (los lazos bilaterales) es que India ya no nos ve como un enemigo. Quizás nos ven como un rival o un competidor, pero al menos no como una amenaza” En “El primer ministro indio comenzó su primer viaje oficial a China”. 13/01/08. En
http://actualidad.terra.es/nacional/articulo/china_ministro_indio_comenzo_viaje_2174355.htm

7 Firmado por los ministerios de Defensa de ambos países el 29 de mayo de 2006.

8 “Alto militar chino califica de éxito ejercicios antiterroristas conjuntos sino-indios” 26/12/2007. En http://spanish.peopledaily.com.cn//31621/6327065.html

9 Desde hace cinco décadas, Nueva Delhi afirma que Pekín ocupa ilegalmente 38 000 km2 de su territorio en Cachemira (Aksai Chin), que Pakistán cedió unilateralmente a Pekín. China responde que el Estado indio de Arunachal Pradesh (noreste, 90.000 Km. de extensión) le pertenece. Desde la guerra de 1962, ninguna línea de cese el fuego ha sido fijada, pero la calma reina en la frontera gracias a dos acuerdos de buena vecindad firmados en 1993 y 1996. Ambos países montaron en 2003 un mecanismo de diálogo sobre la delimitación de las fronteras. En “Llega a China el primer ministro indio, Manmohan Singh”, 13/01/2008. http://www2.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=163840&id_seccion=5

10 “El primer ministro indio comenzó su primer viaje oficial a China”. 13/01/08. En
http://actualidad.terra.es/nacional/articulo/china_ministro_indio_comenzo_viaje_2174355.htm

11 El Tibet, territorio bajo la jurisdicción de la RPCh y limítrofe con India, Nepal y Bután, estuvo gobernado por el Dalai Lama hasta 1951, cuando la revolución maoísta decide anexarlo. Tras infructuosas tratativas insurrecciones armadas y 10.000 muertes, el Dalai Lama huye de su país, cruza el Himalaya junto con 100.000 fieles y se instala en India, donde permanece aún exiliado.

12 La RPCh sólo pronunció que “comprende y apoya la aspiración de la India de jugar un papel más importante en las Naciones Unidas”, sin expresar un apoyo concreto.

13 Como expresó el Primer Ministro Indio en el Encuentro de Noviembre de 2006, “India y China pueden juntas reestructurar el orden mundial”

Bibliografía Consultada:

- Campanella, Bruno, “Política Internacional del Siglo XX. Principios, Hechos, Organismos”. Editorial de Belgrano. Bs. As., Argentina. 2002.

- Inderfurth, Kart I, “China y la India, estrellas que surgen en Asia”. En Revista Agenda Internacional, número 11. Enero-Marzo 2007. Fundación Visión desde el Sur. pp. 22- 29.

- Keohone, Robert O, “Instituciones Internacionales y Poder Estatal. Ensayos sobre teoría de las relaciones internacionales”. Traducción de Cristina Piña. Grupo Editor Latinoamericano, Colección Estudios Internacionales. Bs. As., Argentina. 1993.

- Ríos, Xulio, “Mercado y control político en China. La transición hacia un nuevo sistema”. Editorial Los Libros de la Catarata. España. 2007.
Notas Periodísticas Consultadas:

- “El primer ministro indio comenzó su primer viaje oficial a China”. 13/01/08. En http://actualidad.terra.es/nacional/articulo/china_ministro_indio_comenzo_viaje_2174355.htm

- “Alto militar chino califica de éxito ejercicios antiterroristas conjuntos sino-indios” 26/12/2007. En http://spanish.peopledaily.com.cn//31621/6327065.html

- “Llega a China el primer ministro indio, Manmohan Singh”,13/01/2008. http://www2.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=163840&id_seccion=5

- “El primer ministro indio comenzó su primer viaje oficial a China”. 13/01/08. En http://actualidad.terra.es/nacional/articulo/china_ministro_indio_comenzo_viaje_2174355.htm