lunes, 13 de abril de 2009

EL CONFLICTO INDO-PAKISTANÍ


Matías Alejandro Magnasco

Introducción

En el presente trabajo se hará un análisis del conflicto por Cachemira y la relación indo-pakistaní. Comenzaré con una breve descripción histórica de las Relaciones Internacionales en la región, con especial énfasis en la cuestión cachemir, ya que creo no se puede entender la situación actual sin comprender la evolución histórica de la diplomacia de las partes en juego.

Le doy suma importancia a la cuestión nuclear, siguiendo la teoría de Robert Gilpin en su obra “Cambio y Continuidad en la Política Mundial”, como medio de disuasión y poder y como condicionante de la diplomacia seguida por ambos Estados, máxime luego de la primera explosión nuclear por parte de la República Islámica de Pakistán en 1998. Analizaré, para esto, las relaciones entre las potencias de la región, para lo cual incluiré el papel de Israel en este escenario.

El objetivo del trabajo será llegar a una idea sobre el futuro del conflicto indo-pakistaní, para lo cual no me basaré explícitamente en hechos históricos concretos, a menos que sean claves para el análisis, sino más bien intentaré analizar las acciones de los Jefes de Estado implicados y sus relaciones de poder.

Desarrollo

Breve historia de las Relaciones Internacionales en la región

Para entender el proceso actual de las negociaciones por la disputada región de Cachemira (Kashmir) entre la India y Pakistán, creo necesario hacer una breve descripción de la Política Exterior de la India y la región en general, que nos permita comprender el entramado de las Relaciones Internacionales en una de las regiones más candentes del mundo, haciendo hincapié en el asunto con compete a este trabajo.

El énfasis dado por Gandhi al valor de la tolerancia, el respeto mutuo, el compromiso con la paz, el no empleo de la fuerza para resolver las disputas y la libertad, han dado un “carácter moral” a la Política Exterior india desde el momento mismo de la partición en 1947. Prueba de esto sería la postura de no-alineamiento seguida por Nueva Delhi y la proposición de poner en práctica el desarme nuclear a nivel global.

El arquitecto de una Política Exterior más pragmática fue Jawaharlal Nehru, quien percibía que la superficie de la India, su peso demográfico, sus recursos naturales y su posición geoestratégica “evidenciaban la relevancia del país en Asia y el mundo”. De cara a este objetivo y al reconocimiento de la necesidad de que imperase la estabilidad regional, la diplomacia india se habría apartado de su visión idealista de las Relaciones Internacionales y abocado a las negociaciones por Cachemira luego de la guerra que estalló 1947.

Con el gobierno de Morarji Desai (1977-1979) y luego el de Indira Gandhi entre 1980 y 1984, se presentaron algunos cambios en el perfil que hasta el momento había exhibido la Política Exterior india.

Con Desai (2), la India inició el camino de establecer relaciones secretas con Israel (lo cual me ocuparé mas adelante), expresó su voluntad de normalizar sus lazos con China (aliada de Pakistán durante el conflicto de Bengala (3)), y se pronunció a favor de discutir con Pakistán el problema de Cachemira.

Tras el asesinato de Indira en 1984, su hijo Rajiv fue su sucesor político. La administración Rajiv Gandhi (1985-1989) promovió la normalización de relaciones con China, procuró mantener estables los lazos con Pakistán (sin perjudicar las opciones de defensa basadas en el arsenal no convencional).

Con la llegada del Atal Behari Vajpayee al puesto de Primer Ministro de India, la Política Exterior experimentó un cambio de orientación, especialmente en lo referido a las relaciones con Islamabad. Posiblemente la debilidad institucional que evidenciaba Islamabad (el Premier Sharif sufriría en octubre de 1999 un golpe de Estado) contribuyó en la toma de la decisión de llevar a cabo ensayos misilísticos y nucleares en mayo de 1998. Esto muestra la creciente importancia del poder disuasivo de dichas armas (la llamada Estrategia Nuclear de la Disuasión (4)). El resultado inmediato no sólo fue la interrupción del diálogo con Pakistán, sino también la invasión de Kargil por parte del último, que lo trataré mas adelante.

Una vez apartado del poder el Premier Sharif, la diplomacia india procuró utilizar todo foro internacional para cuestionar la legitimidad del gobierno del Gral. Musharraf, por lo que los últimos años de la década se distinguieron por la hostilidad entre los dos vecinos.

El nuevo milenio daría, sin embargo, muestras de un acercamiento entre Nueva Delhi e Islamabad, seguramente a la luz del nuevo escenario internacional emergente luego de los ataques del 11/S: en enero de 2004, en el marco de la cumbre de la SAARC (5), Vajpayee se reunió con su contraparte Zafarullah Jamali e incluso con el Gral. Musharraf. El afianzamiento de la apertura económica en la India y el lanzamiento de la lucha contra el terrorismo islámico por parte de los EEUU, contribuyeron en un mayor acercamiento entre Nueva Delhi y Washington y quebrantaron los cimientos de la relación preferencial que hasta fines de la Guerra Fría había existido entre Islamabad y Washington. No obstante, cabe destacar que para la Casa Blanca ambos países tienen un papel que cumplir de cara a los intereses estratégicos de EEUU: mientras que Pakistán es la línea de avanzada contra el terrorismo islámico, la India es el principal contrapeso de China.

Esta apertura económica entre Inda y Pakistán mencionada anteriormente, concuerda con la siguiente premisa: “(…) a mayor comercio mundial en base a la cooperación entre los Estados, menor cantidad de conflictos armados interestatales. O lo que es lo mismo, mayor desarrollo tecnológico, más comercio mundial, menos guerras interestatales (…)”.

La asociación entre Israel y la India

Se ha sabido que la cooperación entre ambos países en materia nuclear y de misiles de los años ´70 en adelante tuvo su origen en un primer pacto secreto sobre el suministro de armas convencionales y el intercambio de sus servicios de inteligencia. Se produjo una visita clandestina a la India del jefe del Estado Mayor israelí, David Shaltiel, en 1964, para firmar un protocolo secreto con vistas al intercambio de servicios de inteligencia y al suministro de armamento.

La cooperación en el campo nuclear tuvo que esperar a que la India hiciera estallar un ingenio nuclear en 1974, con "intenciones pacíficas", y al ascenso como Primer Ministro en 1977 de Morarji Desai. Se cree que las bases para este acuerdo se establecieron en un encuentro de máximo secreto entre Moshe Dayan, entonces Ministro de Exteriores de Israel, y Desai, cerca del aeropuerto de Bombay.

Cuando el auge del petróleo de mediados de los años setenta y principios de los ochenta produjo el acercamiento de los Estados del Golfo a Pakistán, comenzó éste a parecer una amenaza para los israelíes. La hostilidad de la India era, sin embargo, mucho más antigua, pues databa de la partición del año 1947. Así, cuando en 1987 comenzaron a circular los informes de que Islamabad estaba construyendo un ingenio nuclear, pronto se oyó de un posible plan indo-israelí de lanzar un ataque preventivo contra Pakistán. Como era de prever, Israel y la India negaron este supuesto.

En las últimas dos décadas se han producido entre los dos países varios intercambios de científicos expertos en energía atómica y misiles, como la del doctor A.J.P. Cabe mencionar que India posee, desde 2006, un acuerdo de cooperación con EEUU en materia nuclear, lo cual viola el TNP, pero no concierne a este trabajo. Esta podría ser la principal causa por la cual Pakistán buscaría una colaboración estratégica en materia nuclear con China.

Los miedos paquistaníes de un ataque preventivo

Sólo es una conjetura el grado de conocimiento que hayan podido tener los paquistaníes de las relaciones secretas entre Israel y la India. Lo cierto es que los radares paquistaníes detectaron en reiteradas ocasiones aviones de combate F-16 en sus pantallas, avión que no posee la India pero que forma parte de la Fuerza Aérea Israelí. Dado que Israel destruyó una instalación nuclear iraquí cerca de Bagdad en junio de 1981 con un bombardeo aéreo, los temores de Pakistán no son infundados. El temor a un ataque israelí hizo que el gobierno paquistaní se apresurara a realizar una detonación de un artefacto nuclear.

La India ha catalogado a Pakistán y China como sus adversarios, otorgando a su arma un papel doble. Por lo que respecta a la de Pakistán, se le ha adjudicado un papel adicional por parte de políticos de otras naciones, principalmente musulmanas, aunque también por Israel, que se inclina a describir el arma paquistaní como una " bomba islámica". Su Ministro de Defensa advirtió del peligro de que el dominio nuclear se extendiese desde Pakistán a otros estados musulmanes.

La visión popular entre los palestinos (musulmanes en un 90%), fue bien resumida por el Shaij Idrisi de la mezquita de Al-Aqsa de Jerusalén: "La bomba nuclear de Pakistán es el comienzo de la resurrección del poder islámico". Anteriormente, en una entrevista en un periódico de Jartum, el líder de Hamas, jeque Ahmad Yasin, había descrito la condición nuclear de Pakistán como un "valioso caudal para las naciones árabes y musulmanes". Más importante fue que durante una visita a Islamabad, el Ministro de Exteriores iraní Kamal Jarrazi declarara que los musulmanes del Oriente Medio se habían preocupado durante mucho tiempo de la capacidad nuclear israelí, pero ahora que una nación hermana musulmana había demostrado que poseía la tecnología para producir armas nucleares "sentían confianza".

El status nuclear de Pakistán ha sido bienvenido desde muchos lados de la región como un contrapeso al arsenal nuclear israelí y aunque el Primer Ministro paquistaní Muhammad Nawaz Sharif ha prometido que no compartiría la tecnología nuclear con ningún otro país, la geografía y los hechos reales aconsejan a muchos analistas a tratar con escepticismo estas afirmaciones. Pakistán comparte una frontera con Irán y en el ámbito popular y oficial existen importantes lazos entre Pakistán y las monarquías árabes del Golfo. Si exceptuamos las diferencias acerca de Afganistán desde la captura por los talibán de Kabul en septiembre 1996, las relaciones entre Irán y Pakistán han sido cordiales desde la revolución iraní de 1979. Ambos han adquirido en Corea del Norte misiles balísticos de alcance medio (mil quinientos kilómetros) y están intentando fabricarlos ellos mismos. Irán tiene un programa de investigación nuclear en marcha que, insiste, tiene fines pacíficos, y permite la entrada del OIEA (aunque pone obstáculos de todo tipo).

En junio de 2007 se llevó a cabo la Conferencia Internacional de No-Proliferación en el Ronald Reagan International Trade Center en Washington DC. con el fin de intercambiar ideas sobre los temas más urgentes de No-Proliferación. Atrajo a aproximadamente 800 agentes de gobiernos, tales como Margaret Beckett, expertos, técnicos, académicos, etc. de todo el mundo. Entre los temas tratados, menciona la necesidad urgente de persuadir a India y Pakistán (y también a Israel) a que acepten las obligaciones del TNP, y que el estado del Tratado entre EEUU y la India sobre cooperación nuclear es incierto y hace más daño que bien al régimen de no proliferación.

La cuestión cachemir

India y Pakistán son dos países que no sólo están en conflicto entre sí por la región de Cachemira. También tienen enormes conflictos internos por cuestiones separatistas, de autonomía o secesión. Por ejemplo, la India tiene que lidiar con el conflicto entre hindúes y musulmanes; entre Nagas y Kakis, por predominio regional; entre Sikhs y el gobierno indio, por el sistema político e ideológico; y los mas importantes, que desataron una crisis severa de características violentas, entre los Naxalites contra el gobierno desde 1997 por razones políticas e ideológicas también, y cachemires y separatistas pro pakistaníes desde 1947 por cuestiones de secesión. En cuanto a estos últimos grupos separatistas, en el año 2006, India los ha acusado de tener lazos con la red terrorista Al-Qaeda. En definitiva, India tiene más de 15 conflictos que resolver en el plano interno, muchos de ellos violentos. Por el lado de Pakistán, este país debe resolver solo 3 conflictos internos pero que son de suma gravedad debido a las características violentas de los mismos (6).

Los conflictos internos modifican la forma en que se dan las relaciones entre los países, modifican el accionar de su diplomacia. Siempre que un país tiene graves conflictos internos, va a buscar una mejor relación con su enemigo o, por lo menos, bajar el nivel de hostilidad. Esto pasó, por ejemplo, cuando EEUU tuvo dificultades internas debido a la Guerra de Vietnam, donde buscó bajar el nivel de hostilidad con sus enemigos. Pero en el caso del conflicto indo-pakistaní, tanto por la región de Cachemira como por la marisma de Sir Creek, no parece cumplirse esto a rajatabla, ya que ambos países continuamente demuestran sus nuevas armas con grandes ejercicios y demostraciones de poder militar, subiendo de esta forma el nivel de hostilidad, incluso cuando parecen ponerse de acuerdo en algún aspecto.

El conflicto se debe tanto por Cachemira y la marisma de Sir Creek (territorio) como por razones de poder internacional. De acuerdo al Barómetro de Conflictos 2006 del Heidelberg Institute, este es un conflicto manifiesto de baja intensidad, lo que presupone cruces verbales, alguna escaramuza entre tropas, demostraciones de poder, etc. De todos modos, esto no asegura que prevalezca una paz, ni mucho menos la ausencia de choques fronterizos, que podrían derivar en un conflicto abierto entre ambas potencias nucleares. No se deben sacar conclusiones definitivas al respecto, ya que el mundo de la diplomacia y las Relaciones Internacionales es un mundo incierto. De todos modos, no se ve un conflicto armado de gran magnitud como los anteriores al corto o mediano plazo, pero tampoco una solución viable al litigio.

El conflicto por Cachemira tiene sus raíces en la Partición de 1947, cuando el Reino Unido dividió a su colonia, formándose de esta manera India y Pakistán, hindúes y musulmanes, respectivamente. La región de Cachemira, de abrumadora mayoría musulmana (99%), sería gobernada por un rey hindú, colocado por el Reino Unido luego de retirarse, el cual luego anexionaría la región a la unión india, con lo cual Pakistán hizo alusión, desde ese momento, a la “opresión” india sobre las poblaciones musulmanas, reforzando la idea de que Pakistán era la tierra para dichos musulmanes. De esta forma, ambos países se enfrentaron en tres sangrientas guerras (1947, en la cual Pakistán gana una parte, 1965 y 1971), pertenecieron uno al bloque occidental y el otro al bloque comunista durante la Guerra Fría, y fueron a una cuarta guerra (aunque de menor intensidad a los anteriores) en 1999, luego de que el presidente Pervez Musharraf (que había tomado el poder de Pakistán tras un golpe de Estado) invadiera la zona de Kargil, al otro lado de la Línea de Control (LoC, por sus siglas en inglés) que separaba a ambos países. Con este enfrentamiento, Musharraf se daría cuenta de la importancia de la Estrategia Nuclear de la Disuasión, puesto que fueron los propios indios quienes evitaron abrir nuevos frentes de conflicto así como bombardear posiciones pakistaníes fuera de la LoC. También, luego de los ataques terroristas del 2001 al parlamento indio, apoyados por Pakistán, el Primer Ministro indio Vajpayee comenzaría, en el año 2003, los primeros pasos para disminuir la tensión con su vecino, y esto fue precisamente debido al temor a un holocausto nuclear, entre otras cosas.

La llegada al poder del General Pervez Musharraf significó un giro sustancial en la política exterior de Pakistán. Comenzaría una etapa en las relaciones indo-pakistaníes marcada por la disuasión nuclear (Pakistán probó su primera bomba nuclear en 1998 mientras que India ya disponía de estas desde los años ´70), el marcado interés del agua de Cachemira por parte de Musharraf y, luego del 11/S, la guerra contra el terrorismo de EEUU fortalecería a Pakistán frente a India (7).

El diálogo iniciado en 2004, llevó a que ambos acordaran no construir mas defensas a lo largo de LoC, entre otras cosas. Fuera del territorio cachemir, las conexiones de trafico a lo largo de la frontera entre ambos fueron abiertas. así, por ejemplo, el 20 de enero de 2005 se inició el cruce del primer autobús a través de la dividida Punjab. Sin embargo, Nueva Delhi protestó contra el proyecto de construcción de la represa de Basha Dam por parte de Pakistán, a lo que este ultimo respondió con sendas pruebas de misiles cruceros y misiles tierra-tierra.

India respondió con ejercicios similares. Esto nos demuestra cómo los aspectos económicos (y sociales) vienen acompañados de demostraciones de poder. Por otro lado, los ataques de Mumbai del 11 de julio del mismo año, afectaron negativamente las relaciones entre ambos, ya que la policía india habría demostrado la participación de la ISI pakistaní (servicios de inteligencia pakistaníes) tras estos atentados perpetrados presumiblemente por el grupo insurgente Lashkar-e-Toiba. Las relaciones quedaron estancadas hasta la reunión del 15 de noviembre, donde ambos países aceptaron compartir datos de inteligencia para combatir el terrorismo.

La cuestión, como señala Bernat Masferrer, es que ambos Estados tienen prioridades diferentes, y esta es una de las causas por las que el conflicto nunca termina de solucionarse. La India por un lado busca terminar con el terrorismo, mientras que Pakistán, por el otro, busca una solución urgente para Cachemira.

Desde el año 2004, se crearon comisiones y subcomisiones del mas alto nivel, las cuales tratan diferentes temas, pero no existe confianza, a la vez que se acusan mutuamente por falta de voluntad y por las demostraciones constantes de poder. Todo esto dificulta el proceso de toma de decisiones. Por ejemplo, los temas que se trataron sobre la desmilitarización del glaciar de Siachen (ubicado en la región de Cachemira) así como el marisma de Sir Creek, terminaron sin solución alguna. Solo se puede decir que hubo consenso entre ambos en la cuestión del gasoducto Irán-Pakistán-India (IPI), ya que todos salen ganando de este proyecto: Pakistán pasaría a controlar la llegada del gas a India, lo que le aseguraría el pleno suministro del agua que fluye desde la Cachemira india, recurso fundamental para su economía por su gran utilización para el riego de sus cultivos, etc. A su vez, el gasoducto es un buen signo de optimismo para la paz en la región.

Cabe aclarar que en la Constitución india figura una cláusula que exige la devolución del territorio cachemir pakistaní, pero de todos modos en la actualidad, India no ambiciona con poseer este territorio ya que sabe que no puede ganarlo, por lo que su plan de paz pretende convertir a la LoC en una frontera internacional. Para Pakistán, sin embargo, el objetivo es lo opuesto: que India permita la independencia del sector que administra, para que de este modo Islamabad ejerza su influencia, con el objetivo de obtener los recursos hídricos tan valiosos para su economía

Conclusiones

Como ya mencioné antes, no se ve una futura guerra entre ambos Estados como las anteriores, pero tampoco se ve una salida viable al litigio, por lo menos al corto y/o mediano plazo. Prueba fehaciente de ello es que las negociaciones iniciadas en 2004 se encuentran estancadas, ya que India por un lado exige a Pakistán que termine de apoyar el terrorismo, pero Pakistán tiene la ventaja de ser una pieza clave en la Guerra contra el Terrorismo” llevada a cabo por los EEUU, lo que le permite negociar con la India casi sin presiones.

De esta forma se ve que las negociaciones bilaterales prácticamente no llevan a nada, salvo a algunas cuestiones puntuales como las ya mencionadas. Tampoco la mediación de un tercer Estado parece ayudar en algo, ya que los EEUU son la única potencia con poder suficiente para poder influir, pero guiado por sus intereses geoestratégicos sólo entorpeció las negociaciones por el gasoducto IPI, única cuestión en que India y Pakistán parecían entenderse, abriendo un camino para la paz.

De este modo, creo en la solución negociada a través de, por un lado, los canales multilaterales de negociación, como las Naciones Unidas, y por otro, y mas importante creo, en los canales diplomáticos paralelos (Diplomacia de Vía Dos), es decir, en conferencias, paneles de discusión, comisiones especiales integradas por agentes profesionales no diplomáticos así como académicos, que pueden generar soluciones que tal vez no están a la vista de la Diplomacia formal, empapada de intereses personales e ideológicos.

Notas:

2 Político derechista con una historia de contactos con la CIA.

3 Bengala fue una provincia pakistaní, ubicada en el extremo occidental de la India, que había quedado en manos pakistaníes luego de la partición. Esta provincia se independizó de Pakistán en 1971 mediante una guerra. Fue apoyada por India (a su vez esta apoyada por la URSS), mientras que los EEUU y China apoyaron a Pakistán. Luego de independizarse, tomaría el nombre de Bangla-Desh.

4 Tipos de disuasión: Ofensiva: se aseguran daños inaceptables al adversario y requiere capacidad de envío; Defensiva: se niega al oponente la posibilidad de una victoria rápida y poco costosa. Requiere medidas de defensa civil, dispersión de la industria, previsiones para luchar contra el invasor dentro del propio territorio y la capacidad de neutralizar la acción de sus armas estratégicas antes de que impacten en blancos propios.

5 SAARC (Asociación del Asia Meridional para la Cooperación Regional). Los objetivos son el fomento de los derechos humanos y de las libertades fundamentales y la cooperación en los sectores comercial, científico y tecnológico, así como en la lucha contra el narcotráfico y en la protección del medio ambiente.

6 Barometer Conflict 2006.

7 Descripción del mapa: el territorio cachemir es mas grande que Nepal y Bhután juntos, de aproximadamente 222.000 km2. La parte al noreste se encuentra bajo soberanía china, una parte anexionada militarmente a fines de los años ´50 y otra parte cedida unilateralmente por Pakistán en 1963. No está reconocida oficialmente como parte de China por India, lo cual es motivo de negociación entre China e India. La parte norte (Azad Kashmir, “Cachemira Libre”) corresponde a la Cachemira pakistaní mientras que Jammu y Cachemira corresponde a la Cachemira india.

Bibliografía


BOUZAS, A. (2006): “El proceso de diálogo entre la India y Pakistán: continuidad y escepticismo”, en Real Instituto Elcano, http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal (visitada el 23/10/2007).

CHAHAB, M. (2005): “La tendencia de los conflictos armados”, Buenos Aires.

JINCHUK, D. (2006): “La situación nuclear en Medio Oriente”, en http://www.cari1.org.ar/memoria/2006/2006.html#COMITÉ%20DE%20ASUNTOS%20NUCLEARES , (visitada el 27/04/2007).

MASFERRER, B. (2005): “India, Pakistán y la cuestión de Cachemira”, en http://www.anuarioasiapacifico.es/anuario2005/pdf/021Bernat_Masferrer.pdf (visitada el 27/10/2007).

PERKOVICH, G. (2006): “Nonproliferation Project”, Carnegie Endowment for International Peace, en www.carnegieendowment.org (visitada el 17/03/ 2007).

QUELLET, R. (2004): “Geopolítica del Oriente Medio”, Buenos Aires, Centro FICCH.