lunes, 13 de abril de 2009

DOS MIRADAS SOBRE LA REEMERGENCIA DE CHINA EN EL TABLERO INTERNACIONAL


Mariana Foglia

Introducción

Occidente observa entre el asombro, la preocupación y el miedo el renacimiento de China en el escenario internacional. En la última década, China creció a un ritmo superior a 9% anual, las exportaciones llegaron a 974.000 millones de dólares en el 2006 y es la cuarta potencia económica mundial detrás de Estados Unidos, Japón y Alemania con un PBI global de 2,5 billones de dólares. Asimismo, es el país más poblado del mundo: de cada cuatro ciudadanos, uno es chino.

Desde el punto de vista militar, el Ejército se ha modernizado mucho en los últimos años y desde el punto de vista político el peso de China en el mundo también ha ido ascendiendo, pues participa activamente en los mayores foros internacionales y su creciente protagonismo ha conducido al país de la introspección a una mentalidad de gran potencia.

De cara a estos sintetizados datos, comprender el ascenso de China y su posible impacto sobre la distribución de poder en el sistema internacional resulta esencial a la hora de estudiar la dinámica actual de las relaciones internacionales. En función de ello, en el presente trabajo se analizan las dos tesis centrales sobre el auge de China y que pretenden explicar hacia donde se dirige el gigante asiático: la tesis de la “amenaza”, tal como es percibida por analistas y políticos occidentales, especialmente estadounidenses; y la teoría del “ascenso pacífico”, desarrollada por especialistas chinos del entorno del presidente Hu Jintao.

Cabe aclarar que aquí se concibe el ascenso de China como una “reemergencia” o “renacimiento” más que como un “auge”, pues el peso de China en la economía mundial era muy elevado hasta finales del siglo XIX, se estancó a principios del siglo XX para volver a aumentar desde finales de los años setenta con la reforma económica. En otros términos, “China va camino, en el mejor de los casos, de recuperar el peso económico que ya tenía en el último tercio del siglo XIX” (2).

Si bien muchos interrogantes surgen a partir de la temática bajo estudio - ¿desplazará China a Estados Unidos como potencia mundial?; ¿se definirá la distribución de poder internacional mediante una confrontación bélica?; ¿cuál es la verdadera magnitud del desarrollo de China?, ¿cuáles son las perspectivas para la región?, etc.- por cuestiones de espacio en las siguientes páginas solo se pretende poner de manifiesto cual es el estado del debate, reconociendo su importancia para el devenir futuro del tablero internacional.

La “amenaza” china

En Estados Unidos, el lema de la amenaza china asocia a “los que temen la emergencia de una potencia económica rival y a los que están obsesionados con la democracia” (3). Entre sus adeptos se incluyen miembros de Congreso (como Dana Rohrabacher), neoconservadores (como William Kristol), académicos (como Rober Kagan, Ross Munro o Richard Bernstein) y periodistas (como Hill Gertz del Washington Times) (4). Todos, aunque con diversos matices, defienden la idea de que China es la mayor amenaza para la seguridad americana. Como señala Pablo Bustelo (5), la tesis de la “amenaza” de China se expresa esencialmente en tres enfoques.

√ Enfoque realista: desde esta óptica la amenaza china es inevitable, tanto por la experiencia histórica del siglo XX como por las grandes dimensiones de China. Partiendo de que el auge de las grandes potencias crea inestabilidad en el sistema mundial, algunos analistas norteamericanos ponen especial énfasis en el carácter no democrático del régimen de la República Popular China para destacar una visión pesimista en cuanto a su desarrollo. Dos exponentes de esta visión son Richard Bernstein y Ross Munro (6), quienes fundamentan que China emerge como un poder rival de Estados Unidos en el Pacífico y que las metas establecidas por el país asiático son contrarias a los intereses norteamericanos. Su visión es pesimista sobre el devenir de las relaciones bilaterales sino-nortamericanas en el futuro: son países rivales, con intereses en conflicto y una guerra entre ellos es siempre posible, rivalidad que tendrá incluso un efecto global, obligando a los demás países a tomar posición en la contienda al estilo guerra fría.

√ Fricciones con Estados Unidos: en sintonía con el enfoque anterior, son significativas las percepciones desde la propia administración norteamericana. Robert Zoellick, número dos del Departamento de Estado, ha acusado a Pekín de crear un “caldero de ansiedad” en el mundo e incluso ha instado al gobierno chino a diseñar una política exterior menos dirigida a defender sus intereses particulares y más orientada a promover la prosperidad y la paz en el mundo. En el mismo tono, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, ha señalado varias veces que los gastos militares chinos son mucho más altos que los oficialmente reconocidos, sin tener China una amenaza que implique tal despegue militar.

√ La idea de que China está esperando a desarrollarse para dominar el mundo: según este enfoque, China se está preparando, incrementando su poderío económico, para finalmente mostrar abiertamente sus tendencias hegemónicas.

Ante este panorama alarmista y pesimista con eje en el catastrofismo, los defensores de la amenaza china pretenden focalizar la atención del Congreso norteamericano en la modernización del Ejército chino, la pérdida de hegemonía militar estadounidense en la región asiática, los daños procedentes de la entrada de China en el mercado global, su alianza con Rusia y otros “Estados Fallidos”, la necesidad de movilizar un fuerte apoyo a Taiwán y prestar atención en la opresión a los derechos humanos y libertades por parte del gobierno chino (7).

Uno de los analistas más importantes sobre la tesis de la amenaza es David Shambaugh, Director del China Policy Program de la Universidad George Washington. Este especialista señala que China y Estados Unidos recientemente han mejorado sus relaciones especialmente en el plano económico pero las tensiones persisten y pueden conducir a un conflicto en cualquier momento. En función de ello la próxima administración norteamericana deberá rediseñar su agenda respecto a China, especialmente en lo concerniente a Taiwán (8).

En relación a Europa, la teoría de la amenaza es en gran medida más moderada y se limita al ámbito económico más que al de seguridad, con énfasis también en sus críticas a las condiciones de los derechos humanos en China. Con lo cual podríamos afirmar que el centro ideológico de la tesis de la amenaza china tiene su motor en Estados Unidos.

La “oportunidad” china

La teoría del “ascenso pacífico” surge para dar respuesta a la tesis de la amenaza, y ha sido desarrollada por especialistas chinos en Relaciones Internacionales con el apoyo de la dirección actual del Partido Comunista Chino y del actual gobierno. Su mayor idéologo es Zheng Bijian (9), quien en sus “Diez puntos de vista sobre el ascenso pacífico de China y sobre las relaciones entre China y Europa” (10), ha sintetizado esta postura pretendiendo aclarar hacia donde se dirige China. Dicha visión puede ser sistematizada en tres pilares centrales:

1) El ascenso pacífico de China se refiere a un ascenso integral para llevar a cabo la gran revitalización de la nación china cuyo objetivo es ser beneficioso no sólo para el propio país sino para la comunidad internacional toda. “China no tiene la intención ni de desafiar ni de subvertir el orden internacional político y económico ya existente (…). No buscamos la hegemonía ni en el pasado, ni ahora, ni nunca jamás en el futuro cuando hayamos alcanzado el desarrollo. Hemos convertido ya en una premisa básica de nuestro Estado la de no pretender nunca la hegemonía” (11).

2) China se enfrenta a numerosos desafíos en su ascenso (escasez de recursos, deterioro medioambiental y desproporciones económicas), los cuales serán transcendidos mediante una nueva industrialización, participando activamente en la globalización económica y construyendo una sociedad socialista armoniosa.

3) El ascenso pacífico se sustenta en el multilateralismo y el uso de medios políticos para resolver las disputas internacionales, valorando la diversidad y la tolerancia entre distintas civilizaciones. China no sólo respeta y respetará el orden internacional vigente sino que además contribuirá sustancialmente a su desarrollo, con la apertura de un mercado enorme, la ayuda a países más pobres, el fortalecimiento de la seguridad internacional y una participación activa en el tratamiento colectivo de los desafíos transnacionales.

El uso del término “auge pacífico” ha generado un debate entre los académicos chinos en cuanto a su utilidad para explicar los pasos del gigante asiático. Como señala Evans Madeiros, entre las discusiones al respecto se señala que el término puede ser una mala señal para Taiwán en sus aspiraciones separatistas, que es demasiado temprano para hablar de auge o ascenso y que la frase puede generar resquemores en la región al connotar un poder en transición. En función de ello el presidente Hu Jintao ha introducido el término “desarrollo pacífico”, señalando que “estamos decididos a asegurar un marco internacional pacífico y un entorno nacional estable que permita concentrarnos en nuestro desarrollo y, con él, contribuir a la paz y al desarrollo del mundo” (12).

En cuanto a las relaciones con EEUU, los teóricos del “ascenso pacífico” señalan que China no busca la rivalidad con Washington y que la convivencia es perfectamente posible porque el poder internacional no se ejerce en un juego de suma cero sino en uno en el que ambas partes pueden ganar”13. En esta dirección apunta Wang Jisi (14) en su artículo “China`s Search for stability with America” donde señala que ambos países se necesitan mutuamente pues a pesar de sus diferencias comparten una unidad de intereses que hace inviable una lucha armada entre ambos.

Hacia una “interpretación china” sobre las aspiraciones chinas

Tal como uno de los más destacados especialistas en Asia, el Prof. irlandés Sean Golden, China resiste la imposición de modelos ajenos, tradición milenaria que tiene raíz en el pensamiento político, económico y social chino (15). La propagación de los valores occidentales en las sociedades chinas conduce ciertamente a una creciente convergencia estratégica entre China y Occidente, pero las divergencias cognitivas seguirán persistiendo, pues ambas culturas tienen una diversa visión del mundo. Tal es así que la apertura china a la modernidad se construye sobre la visión china de ver y percibir el mundo y su lugar en él, siendo una herramienta para consolidar su destino milenario.

Desde Occidente se intenta proyectar un modelo único calificando a toda alternativa como resistencia, amenaza o peligro. De aquí que el crecimiento del gigante asiático sea visto con resquemor dando origen a tesis fatalistas como la de la “amenaza china” arriba desarrollada. Asimismo, “la creencia de que China será una amenaza hace que se interprete la más mínima acción de fortalecimiento de su poder como una indicación de que tal amenaza se está gestando” (16), al estilo profecía autocumplida.

Tal como sugiere el título de este apartado, para comprender hacia donde se dirige China a nivel internacional, es esencial conocer su sistema de valores y percepciones, pues intentar comprender a China en clave occidental puede conducir a conclusiones erróneas.

Si bien no es el objetivo de este trabajo profundizar en el sistema de valores chino, cabe mencionar aquí la importancia de la centralidad y los círculos concéntricos, lo que implica que China es el centro del mundo y esta concepción se aplica a todas las cuestiones culturales (17). De aquí que resulte claro que China efectivamente busca un lugar destacado a nivel internacional como potencia, -es incluso su destino milenario- pero esto no implica que vaya a hacerlo de manera violenta como lo hicieron Alemania y Japón en el pasado.

De la misma manera, China no tiene una historia de expansión territorial y de agresiones exteriores, lo que implica que una interpretación sobre China en este sentido es fruto de una concepción meramente occidental, cuya la historia es la de la expansión, manifestada mediante el intento continuo de imponer sus modelos sociales y valores occidentales. Es precisamente el expansionismo uno de los cinco pilares del sistema de valores occidental identificados por Zhu – los restantes son la salvación, el individualismo, liberalismo y utilitarismo- (18), lo que no predice el accionar chino sino el propio occidental.

Como señala Fernando Delage, China puede sentirse incómoda con la idea de un orden mundial dominado por Estados Unidos, pero no intentará transformarlo mediante el uso de la fuerza porque un sistema internacional estable es la condición indispensable para asegurar su crecimiento. Fue su apuesta a la globalización (apertura de su economía, adhesión a la OMC) la clave de su desarrollo económico, con lo cual más que intentar cambiar el sistema internacional, lo que está demostrando China es una gran capacidad para utilizarlo de manera que responda a sus propios objetivos (19).

Consideraciones finales

A lo largo de este trabajo se ha pretendido destacar las opiniones de algunos de los especialistas más entendidos en los estudios sobre China sobre un tema tan sensible como el lugar del gigante asiático en el tablero internacional.

Como escribió hace siglos el gran pensador Tucídides, “creer en el carácter inevitable de un conflicto, acaba volviéndolo ineluctable”. En este sentido, considero que la “tesis de la amenaza” defendida en los círculos políticos y académicos norteamericanos no reflejan un conocimiento acabado sobre los valores y tradiciones chinas, sino todo lo contrario: son un espejo de la propia forma de ver el mundo en clavo occidental.

Desde mi punto de vista, China – consciente de su tamaño, poder y sed de grandeza- va dando pasos estratégicos para erigirse en potencia económica mundial, ese es su norte y el mismo implica balancear el poder norteamericano. Pero en un mundo interdependiente, China y Estados Unidos se necesitan mutuamente y las posibilidades de guerra disminuyen en la medida en que crece el intercambio comercial entre ambos países.

Una mayor comprensión entre ambos actores, con énfasis en la comunidad de intereses que los unen más que en las divergencias que los separan, será la clave para la construcción de un lazo armonioso entre ambos polos de poder en el siglo XXI.

Notas:

2 BUSTELO, Pablo. “El auge de China: ¿amenaza o “ascenso pacífico”?. ARI Nº 135/2005. Publicado el 10/11/2005. Real Instituto Elcano.

3 FERNANDEZ, Sophie. “¿Es China una amenaza para la seguridad global?”. Tesina de fin de curso Master en Relaciones Internacionales del IBEI. Diciembre de 2005. Página 23.

4 Los adeptos a esta tesis también son conocidos como “Blue Team”, en relación a el film Wargames.

5 BUSTELO, Ibídem.

6 BERNSTEIN, Richard; MUNRO, Ross H. “The Coming Conflict With China”. New York: Alfred A. Knopf, 1997.

7 FERNANDEZ, Sophie. Ibidem. Página 24.

8 SHAMBAUGH David. “Powershift. China and Asia’s new dynamics”. Berkeley: University of California Press, 2005.

9 Zheng Bijian fue vicepresidente ejecutivo de la Escuela Central del PCC y presidente actualmente de un think tank próximo al hoy presidente Hu Jintao

10 Conferencia pronunciada durante el acto organizado por el Real Instituto Elcano el

12 de diciembre de 2005.En http://www.realinstitutoelcano.org/analisis/867/867_DiscursoZheng.pdf

11 BIJIAN, Zheng. Ibídem.

12 En DELAGE, Fernando.”El nuevo contexto de la política exterior china”. ARI Nº 93/200. Publicado el 07/09/2007. Real Instituto Elcano. En www.realinstituoelcano.org

13 BOTELO, Op. Cit.

14 Director del Instituto de Estudios Internacionales en la Escuela del Partido Comunista Chino.

15 GOLDEN, Sean. “Percepciones y sistemas de valores como factores de desarrollo y transición en Asia”. En Sean Golden y Max Spoor (Eds.), Desarrollo y Transicion en Asia. Barcelona: CIDOB y Ediciones Bellaterra, 2005.

16 BOTELO, Op. Cit.

17 OLIVIER FAURE, Guy. “La sociedad china y la nueva cultura emergente”. En Multilateralismo versus unilateralismo en Asia: el peso internacional de los “valores asiáticos”. España, CIDOB, 2004.

18 MAJIE, Zhu. “Cultural impact on international relations”. Cultural Heritage and Contemporary Change, Series III, Asia, Volume 20.

19 DELAGE, Op. Cit.
Centro Argentino de Estudios Internacionales www.caei.com.ar
Programa Asia-Pacífico

Bibligrafía

• BATES, Gill, “Rising star: China’s new security diplomacy”. Washington: Brookings Institution Press, 2007,

• BERNSTEIN, Richard; MUNRO, Ross H. “The Coming Conflict With China”. New York: Alfred A. Knopf, 1997.

• BUSTELO, Pablo. “El auge de China: ¿amenaza o “ascenso pacífico”?. ARI Nº 135/2005. Publicado el 10/11/2005. Real Instituto Elcano.

• Conferencia pronunciada durante el acto organizado por el Real Instituto Elcano el 12 de diciembre de 2005.En http://www.realinstitutoelcano.org/analisis/867/867_DiscursoZheng.pdf

• DELAGE, Fernando.”El nuevo contexto de la política exterior china”. ARI Nº 93/200. Publicado el 07/09/2007. Real Instituto Elcano. En www.realinstituoelcano.org

• Documentos CIDOB. Asia; 17. Luis Francisco Martínez Mont. “Los Estados Unidos y el ascenso de China. Implicaciones para el orden mundial”.

• FERNANDEZ, Sophie. “¿Es China una amenaza para la seguridad global?”. Tesina de fin de curso Master en Relaciones Internacionales del IBEI. Diciembre de 2005.
• GOLDEN, Sean. “Percepciones y sistemas de valores como factores de desarrollo y transición en Asia”. En Sean Golden y Max Spoor (Eds.), Desarrollo y Transicion en Asia. Barcelona: CIDOB y Ediciones Bellaterra, 2005.

• MAJIE, Zhu. “Cultural impact on international relations”. Cultural Heritage and Contemporary Change, Series III, Asia, Volume 20.

• OLIVIER FAURE, Guy. “La sociedad china y la nueva cultura emergente”. En Multilateralismo versus unilateralismo en Asia:
Centro Argentino de Estudios Internacionales www.caei.com.ar
Programa Asia-Pacífico
el peso internacional de los “valores asiáticos”. España, CIDOB, 2004.

• SHAMBAUGH David. “Powershift. China and Asia’s new dynamics”. Berkeley: University of California Press, 2005.