lunes, 9 de febrero de 2009

LA YEMÁ ISLAMIYA Y EL TERRORISMO EN EL SUDESTE ASIÁTICO


Percival Manglano

Indonesia es la cuarta mayor nación del mundo, abarcando más de 14.000 islas y 300 grupos étnicos distintos. Aun cuando el 60% de sus más de 220 millones de habitantes vive en la isla de Java, el país está definido, ante todo, por una heterogeneidad repartida a través de los 5.000 km que separan a sus extremos geográficos. Indonesia es un país donde el 80% de la población profesa la fe musulmana, pero incluye minorías religiosas que suponen casi 30 millones de personas. Es el mayor país de mayoría musulmana del mundo, con cifras mareantes: frente a los 285 millones de musulmanes en los países árabes, Indonesia tiene casi 200 millones (y hay 30 millones más en el resto del Sudeste Asiático). Pero su Islam es por lo general tolerante y está abiertamente dispuesto a acomodar las muy distintas características culturales e históricas de las distintas poblaciones del país.

La heterogeneidad y el enorme tamaño de Indonesia han jugado desde la independencia del país -oficialmente reconocida por la potencia colonial holandesa en 1949 tras cuatro años de guerra- en contra de su unidad. Distintas concepciones de los valores que deberían sustentar al Estado indonesio se opusieron violentamente desde el principio. La que acabó imponiéndose fue la de su primer presidente, Sukarno, quien incluyó en la Constitución indonesia, que él mismo redactó y que aún hoy perdura, el carácter unitario (que no federal) del país y su condición laica. Sin embargo, entre las otras fuerzas que habían luchado contra los holandeses por la independencia también existían grupos que defendían la idea de que Indonesia se convirtiese en un Estado islámico.

Los orígenes ideológicos de Yemá Islamiya: el Darul Islam

A finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta estallaron rebeliones en tres regiones distintas de Indonesia reclamando la creación de un Estado islámico. El movimiento acabó llamándose Darul Islam (el refugio del Islam). Darul Islam hunde sus raíces en una concepción de la fe musulmana en Indonesia denominada “modernista”. Se define por una interpretación literal del Corán, afín a la profesada en los países árabes conservadores. El modernismo se contrapone a un “tradicionalismo” que mezcla el Islam con antiguas costumbres y creencias javanesas con fuerte influencia hindú. Las tres regiones donde se vivió la rebelión del Darul Islam fueron el Oeste de Java, el Sur de Celebes y Aceh, que son, precisamente, las regiones donde hoy en día mayor influencia tienen organizaciones radicales musulmanas modernistas, entre ellas la YI.

El líder del Darul Islam en el Oeste de Java fue Sekarmadji Kartosuwirjo, quien en 1948 creó el Ejército Islámico de Indonesia. En 1949 declaró el Estado Islámico de Indonesia y luchó contra las fuerzas de la República de Indonesia hasta su detención en 1962. Su derrota, como la de las demás rebeliones, fue total, pero su ejemplo de lucha en pos de la imposición de la ley islámica en Indonesia perduró para generaciones posteriores.

Los fundadores de Yemá Islamiya: Sungkar y Bashir

Entre los admiradores de Kartosuwirjo están los fundadores de YI: Abdullah Sungkar (fallecido de muerte natural a finales de 1999) y Abu Bakar Bashir (condenado el 2 de septiembre pasado a cuatro años de cárcel por subversión). Los dos nacieron a finales de los años treinta en el Oeste de Java en el seno de familias de comerciantes de origen yemení. Se conocieron en la ciudad de Solo a principios de los años sesenta cuando llevaban ya tiempo involucrados en movimientos de juventud islámicos. En 1971 fundaron un pesantren o escuela islámica que, con el tiempo, se conocería como Pondok Ngruki (hoy hay 14.000 pesantren en Indonesia, la gran mayoría no radicales; ofrecen a menudo mejor educación que las escuelas públicas). Ngruki se convirtió en el semillero de YI hasta tal punto que en absolutamente todos los atentados atribuidos a YI hasta ahora ha estado involucrado un antiguo alumno de dicha escuela.

El activismo islámico de Sungkar y Bashir pronto llamó la atención del régimen nacionalista del General Suharto que había reemplazado en el poder a Sukarno en 1966. Entre las iniciativas vistas por el régimen con recelo por su proselitismo islamista estuvo, a finales de los años setenta, la organización a nivel local de “comunidades islámicas” (yemá islamiya). Sus promotores esperaban que, con el tiempo, éstas crecieran hasta cubrir el país entero y hacer realidad la idea de una Indonesia islámica. Entre las motivaciones para lanzar dichas comunidades, sus dos promotores declararon en los juicios a los que comenzaron a ser sometidos que se encontraba luchar contra la amenaza comunista, triunfante tras su victoria en Vietnam. Dichas excusas no convencieron a los jueces que vieron en ellos a continuadores de la lucha de Darul Islam y les condenaron en diversas ocasiones a penas de cárcel. Ante la amenaza de un nuevo encarcelamiento en 1985, Sungkar y Bashir huyeron a Malaisia con un grupo de antiguos alumnos de Ngruki.

La conexión con Afganistán

La actividad más importante para el futuro de YI que Sungkar y Bashir supervisaron en su tiempo en Malaisia fue el envío, durante el periodo 1985-95, de voluntarios mujaidines a Afganistán. Se cree que su envío estuvo motivado por la voluntad de conseguir fondos y tropas bien entrenadas para luchar contra el régimen de Suharto en Indonesia. En total, se calcula que fueron enviados unos 300 voluntarios, en su mayoría indonesios, que permanecieron en el país durante estancias de tres años. Su entrenamiento se llevaba a cabo en el campo Saddah, dirigido por el líder mujaidín Abdul Sayyaf. Sayyaf -cuyo nombre inspiró a los veteranos filipinos que fundaron el Grupo Abu Sayyaf en el Sur de Filipinas, conocido internacionalmente por su secuestro y ejecución de turistas occidentales- era un devoto salafista muy cercano a los dirigentes religiosos saudíes y aliado incondicional de Osama bin Laden. Los primeros combatientes indonesios habrían conocido a Bin Laden a través de Sayyaf, como alguno ha reconocido. Los veteranos de Afganistán se convirtieron con el tiempo en la espina dorsal de YI (sus lazos se han visto aún más reforzados por unas políticas de matrimonios que han convertido a gran parte de los dirigentes de YI en parientes directos o políticos).

El contacto de Sungkar y Bashir desde Malaisia y a través de Afganistán con organizaciones terroristas islámicas árabes parece que radicalizó sus propios objetivos, pasando de una oposición islámica al régimen de Suharto a la idea de crear un califato islámico en el sudeste asiático que incluyese a Indonesia, Malasia, el Sur de Tailandia y el Sur de Filipinas. Los atentados con bombas de gran potencia se aceptaron entonces como un método adecuado para alcanzar dicho objetivo. Fue precisamente en el contexto de esta radicalización de sus objetivos y de sus métodos que Sungkar y Bashir fundaron YI en 1995.

La organización de Yemá Islamiya

La organización de YI, tal y como aparece reflejada en un manual de la organización redactado en 1996, sigue una estructura militar, seguramente aprendida en Afganistán. YI se caracteriza por su objetivo manifiesto de emprender la jihad en el sudeste asiático. La comandancia suprema está asumida por un emir. Dicho puesto estuvo encarnado por Sungkar hasta su muerte en 1999, cuando fue reemplazado por Bashir hasta su detención en 2002. Por debajo del emir y a sus órdenes se encuentran cuatro consejos: de gobierno, de religión, de fatwa y de disciplina. El consejo de gobierno dirige las operaciones de cuatro brigadas o mantiqi establecidas por criterios geográficos (por ejemplo, la Mantiqi I opera en Malaisia y Singapur). Cada mantiqi está formada por varios batallones (wakalah) y éstos a su vez se subdividen en compañías, secciones y escuadrones.

A partir de 1995, YI empezó a establecer relaciones con el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), un grupo secesionista radical islámico establecido en el Sur de Filipinas. Su interés estribaba en desarrollar bases de entrenamiento conjuntas, tras finalizar YI sus operaciones en Afganistán. Entre 1995 y 2001 se calcula que varios centenares de miembros de YI han recibido entrenamiento en Mindanao. El personaje clave de la cooperación entre YI y FMLI es Fathur Rahman al-Ghozi. Al-Ghozi, antiguo alumno de Ngruki y veterano de Afganistán, quien recibió en 1996 el encargo de montar la base de entrenamiento de YI dentro del campo Abubakar del FMLI en la isla de Mindanao. Estuvo involucrado en el atentado con bomba de diciembre de 2000 en Manila, ciudad donde fue arrestado en enero de 2002 y condenado a 17 años de prisión. En julio pasado escapó de una cárcel de máxima seguridad filipina junto con dos agentes del grupo Abu Sayyaf. Todo apunta a que sobornó a los guardias. Continúa en paradero desconocido.

Los atentados de Yemá Islamiya en Indonesia

La mayor actividad terrorista de YI se produce a partir de la vuelta de Sungkar y Bashir a Indonesia en 1999 tras la caída de Suharto, si bien Sungkar murió apenas un mes después de su regreso. La lista de atentados se divide en dos etapas claramente diferenciadas:

2000-01: objetivos cristianos
- 1 de agosto de 2000: atentado contra la residencia del embajador filipino en Yakarta (intención poco clara, quizá motivada por el FMLI).

- 24 de diciembre de 2000: atentados sincronizados contra 38 iglesias o religiosos cristianos en 11 ciudades distintas de Indonesia, resultando 19 muertos y 120 heridos.

- 22 de julio de 2001: atentado contra dos iglesias en Yakarta.
1 de agosto de 2001: atentado contra el centro comercial Atrium en Yakarta (donde una organización cristiana se reunía en el segundo piso).

- 9 de noviembre de 2001: atentado contra una iglesia en Yakarta.


2001-03: objetivos occidentales
- Diciembre de 2001: las autoridades de Singapur detienen a 15 personas acusadas de querer atentar contra intereses norteamericanos en la ciudad-estado, incluyendo la embajada. Trece de las 15 personas son identificadas como miembros de YI.

- 23 de septiembre de 2002: explosión de una granada cerca de un almacén propiedad de la embajada de EEUU en Yakarta.

- 12 de octubre de 2002: atentado contra un bar en Bali, con un balance de 202 muertos.

- 15 de noviembre de 2002: atentados contra un Kentucky Fried Chicken en el Norte de Celebes y contra un McDonald’s y un concesionario de coches en el Sur de Celebes (atribuidos a Wahdah Islamiyah, organización afín pero independiente de YI).

- 5 de agosto de 2003: atentado contra el Hotel Marriott en Yakarta, con 12 muertos.

- 15 de agosto de 2003: Hambali, uno de los dirigentes de YI más buscados y considerado el enlace con Al-Qaida (es un veterano de Afganistán), es arrestado en Tailandia cuando planeaba atentar contra una próxima reunión de la Asia Pacific Economic Cooperation (APEC) en Bangkok.

Estas dos etapas se justifican por los conflictos que motivaron la acción terrorista de YI. La primera etapa está centrada alrededor de los conflictos entre cristianos y musulmanes que afectaron en particular a dos regiones de Indonesia a partir de 1999: las Islas Molucas y el centro de las Celebes. Estos sangrientos enfrentamientos provocaron la movilización de organizaciones radicales musulmanas para mandar combatientes a las zonas en conflicto. YI fue sólo una de ellas, destacando también Laskar Jihad (que se disolvió en 2002) o Wahdah Islamiyah, heredera directa de la rebelión del Darul Islam de los años cincuenta en el sur de Celebes. Aparte de su apoyo directo a los combatientes islámicos, YI también emprendió una estrategia de castigo hacia todos los cristianos del archipiélago indonesio. Dentro de ella destacan los atentados de Navidad de 2000 por su amplitud y sincronización (todas las bombas hicieron explosión entre las 8:30 y las 10:00 de la noche).

El cambio de estrategia a finales de 2001 se debió a dos factores. Por un lado, a los acuerdos de paz que restablecieron el orden entre musulmanes y cristianos en las Molucas y Celebes (el acuerdo de Malino para esta segunda región se firmó en diciembre de 2001). Por otro, los ataques del 11-S marcaron la pauta a seguir por los atentados terroristas radicales musulmanes a partir de entonces. Quizá se produjo también un acercamiento entre YI y Al-Qaida en el momento de la reacción militar norteamericana.

Las divisiones en Yemá Islamiya

En todo caso, el International Crisis Group (ICG) afirma que esta nueva estrategia antioccidental a partir de 2002 se hizo en contra de la voluntad del emir de YI, Abu Bakar Bashir. No porque se opusiese a sus métodos, sino por hacerlo a su utilidad para alcanzar la meta fundamental de YI: el establecimiento de un Estado Islámico en Indonesia (muy en la tradición del Darul Islam). Bashir, de hecho, fue el impulsor de la creación en agosto de 2000 de la Majelis Mujahidin Indonesia (Consejo de Mujaidines de Indonesia), una organización legal y pública que aspira a reunir a todos los grupos que defienden la implantación de la Ley Islámica en Indonesia, muchos de ellos legales. Esta apertura hacia la ortodoxia y la integración dentro de las nuevas reglas de juego indonesias tras la caída de Suharto no gustó dentro de YI. Bashir se habría visto superado, a sus 64 años, por la radicalidad de ciertos subalternos quienes habrían sido los principales organizadores del atentado de Bali. Quizá por ello, los fiscales y la policía indonesios prefirieron centrarse en la acusación de subversión contra Bashir, que resultó en una condena de cuatro años de prisión. Las otras dos condenas por el atentado de Bali, sin embargo, han sido de muerte, considerándose probado que Amrozi e Imam Samudra (ambos antiguos alumnos de Ngroki) fueron autores materiales.

El atentado contra el Hotel Marriott habría hecho resurgir el enfrentamiento dentro de YI por los objetivos elegidos para los atentados, dado que la mayoría de las víctimas de dicho acto fueron indonesias. YI, según el ICG, estaría viendo resquebrajarse la unidad de su organización.

Sin embargo, y pesar a haberse capturado a más de 200 miembros de YI en todo el sudeste asiático, la capacidad operativa de YI se considera aún muy importante. Además, permanecen en libertad dirigentes cruciales de YI como al-Ghozi (recientemente fugado de una cárcel filipina), Zulkarnaen (considerado el jefe de operaciones de YI) o Mustakim (un alto dirigente militar).

Conclusiones

Pese a las abrumadoras pruebas que han aparecido en medios occidentales contra YI, existe la duda popular en Indonesia de que sea culpable de todo de lo que se le acusa. Un antiamericanismo rampante, así como la estrategia de Bashir en su juicio de desmentir la existencia de YI, han provocado que la negación de las acciones terroristas de YI se haya convertido en un acto reflejo de muchos indonesios frente a las presiones occidentales y, en particular, norteamericanas. El gobierno indonesio arrastró los pies ante las advertencias de la amenaza terrorista en su país y sólo empezó a detener a sospechosos semanas antes del atentado de Bali. El gran desafío que supone YI ahora mismo en Indonesia es convencer a la inmensa mayoría musulmana indonesia de la amenaza para la estabilidad de su país que supone YI y asegurar, también, que el Islam indonesio mantenga su tradicional tolerancia. Toda la información aparecida a raíz de los juicios contra los acusados por el atentado de Bali ha supuesto un avance en esta dirección. Sin embargo, la detención en Tailandia de Hambali (ciudadano indonesio acusado de muchos crímenes en Indonesia, entre ellos el de Bali) y su desaparición tras ser entregado a las autoridades de EEUU (muy interesadas por la información que pueda tener sobre Al-Qaida) han supuesto una ofensa para la población indonesia. Estados Unidos debería entregar cuanto antes a Hambali a Indonesia para ser juzgado allí y que se confirmen en público los crímenes de los que se acusa a YI.