lunes, 2 de marzo de 2009

ATENTADOS SUICIDAS EN ARGELIA, 2007-2008: AL-QAEDA EN EL MAGREB ISLÁMICO (AQMI)


Anneli Botha

El alineamiento oficial del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) con al-Qaeda en enero de 2007 suscitó un enorme interés entre los analistas. Como ya se mencionó en un análisis previo[1] publicado el 2 de febrero de 2007, aquella decisión no supuso una total sorpresa si se tiene en cuenta que, desde 2004, el GSPC había ido mostrando gradualmente una afinidad cada vez mayor con al-Qaeda, además de que al-Qaeda influyó en su separación del Grupo Islámico Armado (GIA) en 1998. En aquel análisis se mencionó ya que ese alineamiento con al-Qaeda evidenciaba lo siguiente:

- El compromiso del GSPC con la causa de al-Qaeda en los actuales puntos conflictivos (Irak y Afganistán), entre otras cosas mediante la realización de tareas de reclutamiento.

- La utilización de la red del GSPC en Europa, y particularmente en Francia.

- La posibilidad cada vez mayor de que se llevaran a cabo operaciones suicidas, algo que quedó claramente de manifiesto en la retórica empleada en los últimos tiempos por el GSPC, en que se adhiere a la estrategia y los principios filosóficos de al-Qaeda. La creciente influencia del GSPC en la región del Magreb, a pesar del descenso del número de atentados en Argelia. El GSPC integra a yihadistas argelinos, libios, marroquíes, libios, tunecinos y mauritanos, y por tanto ha dejado de ser una organización exclusivamente argelina para convertirse más bien en una organización terrorista transnacional.

Sinopsis de las operaciones suicidas

Resultaba particularmente importante que este alineamiento con al-Qaeda supondría, entre otras cosas, una “posibilidad cada vez mayor de que se llevaran a cabo operaciones suicidas”. Los hechos ocurridos en Argelia desde entonces respaldan esta triste conclusión, ya que el país ha sufrido los siguientes atentados suicidas:

- 11 de abril de 2007 – Tres terroristas suicidas eligieron como blanco de su ataque la oficina del primer ministro y una comisaría de Bab Ezzouar, en Argel.

- 11 de julio de 2007 – Diez soldados murieron y otras 35 personas resultaron heridas cuando un terrorista suicida empotró un camión cargado de explosivos contra un cuartel cercano a Lakhdaria, a unos 80 kilómetros de Argel.

- 6 de septiembre de 2007 – Un terrorista suicida a pie detonó un dispositivo explosivo junto a una multitud que aguardaba al presidente Bouteflika en Batna.

- 8 de septiembre de 2007 – Un camión bomba conducido por un suicida se empotró contra un cuartel de la guardia costera en Dellys, a unos 100 kilómetros al este de Argel.

- 21 de septiembre de 2007 – Un terrorista suicida se inmoló contra un convoy de trabajadores extranjeros contratados por una empresa francesa cerca de Lakhdaria.

- 11 de diciembre de 2007 – Dos camiones conducidos por suicidas atentaron contra el Consejo Constitucional de Argelia y el edificio de las Naciones Unidas que albergaba el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Argel.

- 2 de enero de 2008 – Un terrorista suicida empotró un camión contra la comisaría de Naciria, a 50 kilómetros de Argel.

- 29 de enero de 2008 – La comisaría de Thenia, al este de Argel, fue atacada por un camión conducido por un suicida.

- 4 de junio de 2008 – Un terrorista suicida detonó el dispositivo explosivo que portaba junto a la verja de un cuartel militar. Aunque los militares le dispararon, consiguió detonar el dispositivo. En un segundo atentado, un terrorista colocó un dispositivo explosivo cerca de un café en Bordj El Kiffan, posiblemente en un intento de llamar la atención del personal militar (aunque AQMI declaró que los responsables de los atentados habían sido dos terroristas suicidas, sólo el atentado contra el cuartel fue perpetrado por un terrorista suicida). Dos días más tarde, el 6 de junio, seis soldados perdieron la vida al estallar una bomba al borde de la carretera cerca de Cap Djinet. Ese atentado se vio seguido de otros dos el 8 de junio: el primero se dirigió contra una estación de tren de Beni Amrane, y el segundo contra el personal de primeros auxilios. El objetivo del primer atentado eran un ingeniero francés que trabajaba para Razel (una empresa francesa) y los soldados que lo acompañaban.

- 24 de julio de 2008 – Un terrorista suicida en una motocicleta atentó contra un vehículo militar cerca de Lakhdaria.

- 3 de agosto de 2008 – Un coche bomba suicida que estalló cerca de una comisaría en Tizi Ouzou causó 25 heridos, entre ellos 21 civiles y cuatro agentes de policía.

- 9 de agosto de 2008 – Un terrorista suicida empotró una furgoneta cargada con entre 200 y 300 kilos de explosivos contra un puesto de la policía en Zemmouri El Bahri, en la zona oriental de Argelia, matando a ocho personas e hiriendo a otras 19. Sin embargo, aquel ataque se produjo de noche, a diferencia de la mayoría de los demás atentados. Los documentos recuperados en la escena de la explosión sirvieron para identificar al terrorista suicida de Tizi Ouzou, lo que demuestra que ambos atentados fueron cometidos por el mismo grupo.

- 19 de agosto de 2008 – Un coche bomba suicida explotó junto a un grupo de personas que hacían cola para inscribirse en la academia de policía en el distrito de Issers de la región de Boumerdes, a 56 kilómetros al este de Argel, matando al menos a 43 personas e hiriendo a otras 45. Cuarenta y dos de los muertos y 32 de los heridos en el atentado eran civiles. También resultó muerto un policía y otros 13 resultaron heridos. La mayoría de los civiles asesinados eran personas que esperaban para inscribirse en la academia, aunque según los testigos también murieron varios automovilistas que pasaban por allí en el momento de la explosión. Este atentado es el que más víctimas ha producido por sí solo hasta el momento.

- 20 de agosto de 2008 – Dos atentados con coche bomba en el este de Argelia mataron al menos a 12 personas: una de las bombas fue detonada cerca del cuartel general de Bouira, mientras que el principal ataque se dirigió contra empleados de SNC-Lavalin, empresa canadiense de ingeniería. El terrorista suicida, que posteriormente fue identificado como Abdul Rahman Abu Zeinab Al Mauritani, atentó contra un autobús que transportaba a empleados de SNC-Lavalin cerca del Hotel Sophie. Aunque, al reivindicar la autoría del atentado, AQMI se refirió a los empleados de SNC-Lavalin como canadienses, en realidad eran ciudadanos argelinos que trabajaban para la empresa. Otro elemento importante de este atentado fue la nacionalidad mauritana de su autor, ya que los autores de los otros 17 atentados suicidas cometidos anteriormente en Argelia habían sido ciudadanos argelinos. En otras palabras, implicar a otras nacionalidades en los atentados cometidos en Argelia, frente a la utilización de Argelia como campo de reclutamiento y adiestramiento de combatientes extranjeros con destino a Irak y, en menor medida, Afganistán, podría ser reflejo de importantes aspectos de las posibles desastrosas consecuencias para la estabilidad, no sólo de Argelia, sino de toda la región en su conjunto:

- AQMI consiguió venderse como organización regional y representante de al-Qaeda.

- En vez de usar Argelia o la región en general para adiestrar a posibles combatientes extranjeros, mientras Irak experimenta una reducción de los éxitos y la influencia de al-Qaeda (que ha llevado a que la estructura se establezca en Pakistán y Afganistán), AQMI podría argüir que, en vez de luchar contra el mismo enemigo (véase el párrafo siguiente) en un país extranjero, las operaciones debería más bien dirigirse contra objetivos dentro de Argelia.

- 28 de septiembre de 2008 – Un coche bomba suicida mata a tres personas y hiere a otras seis. El atentado tuvo lugar en el distrito de Takdemt, cerca de la localidad costera de Dellys, unos 100 kilómetros al este de la capital. El suicida tenía como blanco un control conjunto del Ejército y la policía que protegía unos barracones militares cercanos.

Tendencias y posibles cambios en las operaciones suicidas

Aunque los atentados suicidas son una nueva táctica en Argelia (un país que ya ha experimentado 17 años de terrorismo), estos atentados siguen estando dirigidos principalmente contra las fuerzas de seguridad (policía y ejército), considerados representantes del gobierno argelino. La novedad en cuanto a la selección de objetivos es que ahora los atentados se dirigen también contra empresas y representantes extranjeros:

- Los empleados franceses se consideran un objetivo históricamente justificado por la violenta guerra de liberación que Argelia mantuvo con Francia para obtener su independencia.

- Los atentados dirigidos contra representantes estadounidenses (el atentado contra la empresa Brown and Root-Condor el 9 de diciembre de 2006 podría considerarse un ejemplo) están motivados fundamentalmente por la idea de que EEUU es el principal objetivo como consecuencia de la guerra que libra contra el terrorismo.

- Entre los atentados contra aliados de EEUU en su guerra contra el terrorismo en Irak y Afganistán se incluye el reciente intento de atentado contra intereses canadienses. Estos atentados podrían tener que ver con el mayor número de llamamientos a atentar contra representantes canadienses en Afganistán, en particular tras la advertencia de los talibán a Canadá, el 17 de agosto, de que si no retiraba sus tropas de Afganistán, los canadienses en el país seguirían siendo blanco de los insurgentes. El mismo día en que se produjo el atentado en Argelia, la explosión de una bomba al borde de un camino en el sur de Afganistán acabó con la vida de tres soldados canadienses (dos días más tarde, 10 soldados franceses murieron en una emboscada talibán). Aunque podría pensarse en una relación entre ambos atentados, AQMI declaró, sin embargo, que su atentado había requerido una planificación de tres meses antes de ser perpetrado. Aun así, la condición de Canadá como aliado de EEUU en Afganistán, en particular en el sur del país (el centro de las operaciones contra los talibán en las zonas tribales de Pakistán) apuntaría a la posibilidad de que AQMI estuviera imitando en Argelia las operaciones llevadas a cabo por los talibán y al-Qaeda en Afganistán y, en menor medida, en Irak, para “vender” aún más su alianza con esta organización.

La elección de intereses extranjeros, y en particular franceses, como objetivo casi podría describirse como un regreso al objetivo primigenio del GIA. El primer atentado contra extranjeros tuvo lugar el 21 de septiembre de 1993, cuando se encontró a dos topógrafos franceses degollados cerca de Sidi Bel Abbès. El atentado contra las Naciones Unidas sorprendió a todos, si bien podía haberse previsto aunque sólo fuera por lo que la ONU representa para los islamistas: “un enemigo del islam controlado por EEUU”.

Además de los objetivos seleccionados, hay otro elemento que merece atención: el modo de ejecución. Hasta ahora, la mayoría de los atentados suicidas se habían llevado a cabo con vehículos (muchos de ellos, coches y camiones robados y, últimamente, por primera vez, una motocicleta). Una novedad preocupante es que el atentado de Batna del 6 se septiembre y el atentado del 4 de junio fueron cometidos por terroristas suicidas con “chalecos bomba”, que también se han incautado en operaciones de contraterrorismo. A medida que se fue dificultando el acceso a los objetivos, por el uso de barreras y el acordonamiento de zonas de seguridad, los terroristas empezaron a aproximarse a sus objetivos a pie, con la ventaja de que, de esta forma, pueden acercarse a ellos todo lo que quieran. Al intentar combatir esta tendencia, la mayoría de los países definieron como perfil del posible terrorista suicida a un hombre, lo que hizo que los terroristas empezaran a reclutar a mujeres para llevar a cabo este tipo de atentados. Aunque ninguna mujer ha cometido un atentado suicida en Argelia todavía, este hecho merece ser tenido en cuenta, dados los escasos (o incluso, en algunas áreas estratégicas, inexistentes) controles de seguridad efectuados a las mujeres. Los siguientes dos ejemplos muestran cómo se está alentando a las mujeres a aumentar su participación en estos atentados:

- El 23 de enero de 2008 las fuerzas de seguridad argelinas detuvieron en Nedroma a un sospechoso de querer cometer un atentado suicida. Al registrar su vivienda se encontró un ordenador que había sido escondido por su hermana. Su propietario había dañado deliberadamente el teclado y el sistema operativo del microordenador en cuestión, así como los componentes electrónicos del ordenador de escritorio principal, para borrar sus contenidos. A pesar de sus esfuerzos, con la ayuda de programas de recuperación de datos, las fuerzas de seguridad consiguieron recuperar la información. Para el presente análisis resulta importante que, en muchos de los documentos, se instaba a las mujeres a tomar parte en la guerra en Irak y en actividades terroristas en Argelia. Entre los ficheros recuperados también se encontraron manuales de capacitación sobre el manejo de armas y explosivos, así como documentos en que se enseñaba a los nuevos reclutas métodos que les permitirían resistir los interrogatorios de los organismos de seguridad argelinos.[2]

- El 13 de febrero de 2008 un hombre y dos mujeres fueron detenidos por la policía en Lakhdaria después de que el hombre (identificado por sus iniciales B.T., de 31 años) amenazara con cometer un atentado suicida en una de las comisarías de los organismos de seguridad. Dos mujeres jóvenes que vivían en Lakhdaria, una de ellas de 21 años, llamada Sabrina, fueron arrestadas. B.T., conocido por la policía, fue detenido en 1996 y pasó 15 años en prisión antes de ser liberado el 25 de julio de 2004 como parte de un proceso de amnistía. Como miembro del GIA, se le consideraba un experto en explosivos y especialista en la fabricación de bombas caseras.[3]

Un posible motivo del cambio de táctica puede tener que ver con su valor propagandístico y con la fortaleza real de la organización. Cabe esperar que una organización que no deja de perder combatientes experimentados termine optando por una estrategia de menor confrontación. Esto explicaría el creciente uso de explosivos en vez de armas de fuego, puesto que en el segundo caso el terrorista puede morir durante el tiroteo. El uso de explosivos también permite que un pequeño núcleo de extremistas experimentados se dedique a crear los dispositivos y deje la parte ejecutiva a terroristas suicidas o combatientes menos expertos, y por tanto más fáciles de reemplazar. Asimismo, el impacto que provoca la muerte de un terrorista suicida en un área densamente poblada es mayor que el provocado por la muerte de unos cuantos miembros de las fuerzas de seguridad en áreas remotas. Tras la pérdida de miembros experimentados del GSPC como consecuencia de rendiciones y detenciones, o de su eliminación por las fuerzas de seguridad, el GSPC/AQMI está incrementando sus esfuerzos por atraer tanto a combatientes extranjeros como a jóvenes voluntarios (de entre 16 y 25 años), a menudo inexpertos pero idealistas. Básicamente, la fortaleza de la organización, medida por el número de combatientes, ha dejado de ser indicativa de su nivel de amenaza. La capacidad para reclutar a potenciales terroristas suicidas resulta ahora más indicativa que el número de combatientes dispuestos a enfrentarse a las fuerzas de seguridad en actos de insurgencia o guerras de guerrillas.

Las nuevas técnicas de reclutamiento también han planteado un nuevo desafío para las fuerzas de seguridad, en el sentido de que resulta más difícil aplicar medidas proactivas contra individuos sin antecedentes penales o que no han levantado sospechas y, por lo tanto, resultan desconocidos para las fuerzas de seguridad. Los nuevos reclutas se buscan sobre todo en las mezquitas, aunque Internet es también una herramienta extremadamente eficaz para llegar a los jóvenes y radicalizarlos, tanto en Argelia como en otras partes del mundo. Muchos jóvenes, incluso de entornos socioeconómicos pobres, frecuentan los cibercafés, donde tienen acceso a material de vídeo, manuales de capacitación y mensajes de carácter terrorista. Además de este interés en los jóvenes, el perfil de los terroristas suicidas que cometieron los atentados del 11 de abril de 2007 plantea además otra preocupación: el reclutamiento de antiguos delincuentes, en particular de personas implicadas en delitos de narcotráfico y alcohol. Por ejemplo, Benchihab Mouloud Hossine, alias Abu Dujanah, había cumplido penas de prisión en los correccionales de Serkaji, Berouaghia y Ouargla, por múltiples delitos, entre ellos “la promoción y el consumo de drogas”, mientras que Marwan Boudina, alias Nabil o Muadz bin Jabal, que había atentado contra el Palacio del Gobierno, también había participado en delitos, hasta que en enero de 2007 se convirtió en musulmán devoto.[4] Es bien sabido que la ingesta de alcohol y drogas está prohibida por el islam. Tanto Argelia como Marruecos están registrando aumentos en el consumo de drogas, lo que proporciona una importante fuente de posibles terroristas suicidas, explotados por los extremistas en beneficio propio.

El adiestramiento de los terroristas suicidas tiene lugar tras un breve período de radicalización, relativamente cerca de la zona donde fueron reclutados, a diferencia de los campos de adiestramiento móviles que se emplean fundamentalmente para individuos (tanto locales como extranjeros) de camino a Irak. A este respecto, Argelia sirve como base de combatientes extranjeros con destino a Irak, especialmente procedentes de Marruecos, Túnez, Libia, Nigeria, Níger, Malí y Senegal. Sin embargo, el ejemplo del nacional mauritano que participó en el atentado del 20 de agosto puede apuntar a que esta táctica podría cambiar en el futuro.

Resulta igualmente importante señalar que los atentados suicidas se han venido produciendo en conjunción con atentados con bombas al borde de caminos (que no son una nueva táctica), dirigidos fundamentalmente a los miembros de las fuerzas de seguridad. Otro motivo de preocupación es que, aunque la mayor parte de los atentados se cometen en localidades de menor tamaño al este de Argel, los operativos de AQMI también han demostrado ser capaces de ejecutar atentados con éxito en grandes ciudades como Argel. Aunque la parte occidental de Argelia se considera a menudo “tranquila”, a pesar de que la región fronteriza con Marruecos se utiliza para pasar de contrabando armas y explosivos hacia la parte oriental del país (el 24 de agosto de 2008 las fuerzas de seguridad argelinas acabaron con 10 militantes en un tiroteo cerca de Tarek Ibn Ziad, a 250 kilómetros al oeste de Argel),[5] esta zona podría empezar a escogerse como objetivo de atentados en el futuro, en particular tras la adopción de nuevas medidas de seguridad, más duras, en el centro y el este del país. Según el diario Echourouk El Youmi,[6] las Fuerzas Armadas han aumentado y reforzado sus controles en los pueblos y las ciudades del este de Argelia y en sus alrededores. También se ha equipado con escáneres móviles a las unidades combinadas de seguridad antiterrorista, para que puedan registrar los contenidos de las bolsas, las maletas y los maleteros de los vehículos en la región oriental del país. En otras palabras, aunque cabe esperar que los atentados suicidas se produzcan en Argel, Boumerdes y Tizi Ouzou, no deben descartarse otras zonas altamente pobladas al oeste de Argel.

A pesar del devastador impacto de los atentados suicidas, este nuevo modus operandi tiene dos consecuencias “positivas”: la indignación de la opinión pública y la disensión, dentro de la propia organización, de individuos contrarios a que se asesine indiscriminadamente a civiles inocentes. Aunque un objetivo pueda considerarse “legítimo”, detonar un dispositivo explosivo en un área pública no mata o hiere solamente a aquéllos contra quienes va dirigido el atentado. En otras palabras, siempre habrá “víctimas no buscadas”. En respuesta, en su última declaración tras los atentados del 20 de agosto, AQMI afirmó que sus autores “se aseguraron de que los pasajeros del autobús escoltado eran ciudadanos canadienses. Por tanto, el objetivo era el autobús y no, como afirman los apóstatas, nuestros hermanos, trabajadores musulmanes... escogemos nuestros objetivos con mucho cuidado y siempre nos preocupamos de no derramar vuestra sangre. No atacamos a inocentes”.[7]

Conclusión

Lamentablemente, la experiencia de Argelia no puede resumirse en pocas palabras, pero sí que convendría aprender una lección. Ésta es que los terroristas siempre adaptarán su objetivo y su estrategia para lograr sus fines, o incluso para no perder relevancia. La lección que deben extraer las fuerzas de seguridad es no dejar de pensar nunca y prepararse siempre para lo inimaginable, puesto que los terroristas tienen que estar siempre un paso por delante para ser capaces de lograr sus objetivos.

Notas:

[1] Véase http://www.issafrica.org/index.php?link_id=5&slink_id=4046&link_type=12&slink_type=12&tmpl_id=3.

[2] “Algerian would-be suicide bomber arrested in Nedroma”, BBC Middle East, 25/I/2008.

[3] “Algerian security forces foil suicide bombing attempt in Lakhdaria”, BBC Middle East, 13/II/2008.

[4] Echourouk El Youmi, 16-17/IV/2007.

[5] A. de Montesquiou, “10 suspected militants killed in Algeria”, Associated Press, 24/VIII/2008.

[6] Véasehttp://www.echoroukonline.com/fra/selection/1872.html.

[7] “Months of planning to kill Canadians brought only Algerian deaths in blast”, Edmonton Journal, 23/VIII/2008.